En un escenario donde el agua se consolida como uno de los recursos más valiosos, la reciente disminución de las reservas hídricas en España pone de manifiesto una situación que requiere atención inmediata. Según los datos proporcionados por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, durante la última semana, la reserva hídrica ha sufrido una pérdida de 323 hectómetros cúbicos, equivalente a un 0,6% del total. Este descenso ha dejado a los embalses con 19.775 hectómetros cúbicos de agua, situando el nivel de reservas al 35,3% de su capacidad total.
La sequía de la última semana ha sido un factor determinante para esta situación. Las precipitaciones han sido casi nulas en toda la geografía española, destacando la máxima registrada en Santander con apenas 9,8 litros por metro cuadrado. Esta realidad no solo afecta a las reservas sino que pone en riesgo la gestión sostenible del agua en diversas regiones.
- Distribución por Áreas:
- Cantábrico Oriental y Occidental con un 78,1% y 73,5% respectivamente.
- Miño-Sil y Galicia Costa presentan un 58,5% y 55,1% respectivamente.
- Cuencas internas del País Vasco con un 66,7%.
- Tinto, Odiel y Piedras con un 52,8%.
Aunque estas áreas mantienen una situación relativamente favorable, otras regiones enfrentan una realidad más crítica. Destacan el Júcar, Tajo, Duero, Ebro y Guadiana con porcentajes de reserva que oscilan entre el 23,7% y 47,5%. Además, las cuencas del Guadalete-Barbate, Guadalquivir, Mediterránea Andaluza, Segura y las cuencas internas de Cataluña, muestran una situación desalentadora, todas por debajo del 25% de su capacidad.
Es imperativo abordar estrategias robustas que permitan una gestión hídrica eficaz y sostenible. La colaboración entre las diferentes administraciones regionales y estatales, junto con la implementación de tecnologías avanzadas para el uso racional del agua, son pasos ineludibles para garantizar la seguridad hídrica en España.