Alertas sobre alimentos: ¿por qué algunos productos no llegan a las estanterías del súper?

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La palabra «alerta» puede generar preocupación entre los consumidores cuando está conectada con temas de seguridad alimentaria. Sin embargo, es esencial aclarar que no todas las alertas implican un riesgo real para la salud pública. De hecho, un análisis de las cifras actuales revela que una gran parte de estas alertas se activa para retirar productos que nunca llegan a los estantes de los supermercados.

Datos relevantes sobre alertas de seguridad alimentaria

En los primeros meses del año, específicamente en enero y febrero, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) registró un total de 67 alertas. No obstante, solo informó al público sobre 9 de ellas, reflejando que apenas un 13 % de las alertas se consideraron verdaderamente relevantes para la salud del consumidor. De estas comunicaciones, seis se relacionaron con alérgenos, dos se catalogaron de interés general y una se refería a complementos alimenticios.

¿Cómo se activan las alertas?

Desde la Aesan, se establece que para emitir una alerta es necesario contar con una «certeza o duda razonable» de que un producto ha sido distribuido al público y que su consumo puede conllevar un «riesgo grave». Además, se consideran múltiples criterios, como la capacidad del alimento para provocar un brote alimentario, el nivel de distribución y el tipo de peligro implicado.

Este proceso no está exento de dificultades, dado que la seguridad alimentaria es un tema que genera gran interés y atención en la ciudadanía. Esto lo convierte en un terreno propicio para el sensacionalismo y el «clickbait», haciendo crucial que el consumidor sepa a qué fuentes oficiales acudir para obtener información veraz.

El papel de la comunicación en la seguridad alimentaria

Las autoridades de salud pública están trabajando arduamente en la mejora de la comunicación sobre el sistema de alertas alimentarias. Su misión es que tanto los medios como los consumidores puedan distinguir entre las alertas que realmente contienen información relevante y aquellas que carecen de importancia, como podría ser el rechazo de una partida en frontera que jamás ingresó al país.

Para comunicar eficazmente, se destaca la importancia de las redes de intercambio de información que funcionan tanto a nivel nacional (como el Sciri), como en el ámbito de la Unión Europea (Rasff) y globalmente con Infosan, una colaboración entre la OMS y la FAO. Estas plataformas buscan minimizar los riesgos y favorecer una respuesta rápida ante posibles situaciones de riesgo.

La seguridad alimentaria en Europa

Desde la Aesan también se ha subrayado que la seguridad alimentaria en Europa es reconocida como una de las más altas a nivel mundial. Esto no solo asegura un estándar de calidad, sino que también se ve reforzado por la red de alertas que actúa como un mecanismo adicional de garantía para la población.

A pesar de las cifras y los esfuerzos realizados, sigue siendo fundamental que los consumidores permanezcan informados y críticos ante la información que reciben. La educación en temas de seguridad alimentaria es vital para evitar alarmismos innecesarios y para asegurar que la población tenga acceso a datos claros y precisos.

Reflexionar sobre estos procesos y sobre cómo se comunican las alertas puede llevar a una mejor relación entre la industria alimentaria y los consumidores. A medida que avancemos en la comprensión de estas dinámicas, será más sencillo garantizar la seguridad alimentaria y promover una vida saludable para todos. Continúa explorando y permaneciendo alerta ante la información que recibes sobre tus alimentos. ¿Qué tal si revisas las fuentes oficiales antes de tomar decisiones? Tu salud lo merece.

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