Entidad de la Unión Europea, la Comisión Europea, ha propuesto una serie de medidas a corto y medio plazo destinadas a aligerar la carga administrativa que actualmente recae sobre los agricultores. La intención principal es simplificar los requisitos y controles necesarios para que los profesionales agrícolas obtengan ayudas.
El objetivo es dinamizar el sector agropecuario, y para ello, se planea lanzar una encuesta en línea entre marzo y mayo con la intención de identificar las inquietudes, cargas y dificultades que experimentan los agricultores bajo las normativas de la nueva Política Agrícola Común (PAC), que lleva en vigor desde el 1 de enero de 2023. Los resultados de esta evaluación serán conocidos a principios de verano y se hará una revisión final en otoño.
Entre las medidas que se debatirán se encuentra la simplificación de los requisitos que los agricultores deben cumplir para obtener ayudas de la PAC, y que actualmente a veces se consideran complejas de implementar. Como ejemplo concreto, los agricultores con ganadería reducida no tendrán que transformar sus zonas cultivables en pastos, facilitando así su labor.
Además, la Comisión plantea hacer más sencillos algunos de los controles actuales, con la intención de reducir las visitas a las explotaciones por parte de las administraciones nacionales, lo cual puede propiciar una reducción de hasta el 50 %. A parte de esto, también se propone hacer más claro el concepto de «fuerza mayor» en cuanto a sanciones por no cumplir los requisitos de la PAC por circunstancias excepcionales e impredecibles como podrían ser sequías o inundaciones graves.
Se ha prestado especial atención a los pequeños agricultores, pues una de las propuestas permitiría que las pequeñas explotaciones, de menos de 10 hectáreas, quedaran exentas de los controles relacionados con los requisitos de la PAC. Esto resulta de especial relevancia ya que estos agricultores representan el 65% de los beneficiarios de la PAC, aunque sólo abarcan el 9,6% de las superficies que perciben ayudas.
Finalmente, la Comisión trabaja en acciones para mejorar la posición de los agricultores en la cadena alimentaria, protegiéndolos de prácticas comerciales desleales, que se presentarán inminentemente. Todo ello supondrá una modernización y alivio en la labor que realiza este sector, clave en la economía y vida de la Unión Europea.