El Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez ha desembolsado 5 millones de euros en una movida estratégica para financiar la edificación de dos plantas potabilizadoras de agua en Marruecos. Esta iniciativa, bajo el paraguas de la cooperación internacional, apunta a fortalecer las relaciones comerciales y facilitar el camino a las empresas españolas en la región africana. No obstante, se ha levantado un clamor entre el sector agrícola en España, que lucha contra la sequía y la falta de inversiones en infraestructuras críticas para la gestión del agua.
El Gobierno afirma que la inversión en Marruecos tiene como objetivo impulsar a empresas españolas en el sector del agua, un ámbito donde España se ha consolidado como una referencia global, en especial en desalinización y potabilización. Además, las exportaciones españolas hacia Marruecos han experimentado un incremento significativo, alcanzando los 3.250,8 millones de euros en el primer trimestre del año en curso, lo cual representa un 18,6% más en comparación con el mismo período del año anterior. El reino alauí es, pues, un mercado estratégico para las exportaciones españolas en África.
Sin embargo, no todo es color de rosa. Los agricultores en España están enfrentando condiciones de sequía severa y alegan que el Gobierno no ha invertido lo suficiente en infraestructuras para mitigar esta situación. Los productos agrícolas marroquíes, en cambio, están encontrando un espacio considerable en los mercados europeos. Este contraste ha avivado la frustración entre los agricultores locales, quienes sienten que sus necesidades no están siendo atendidas de forma adecuada.
La inversión en Marruecos también está enfocada en desarrollar un programa más amplio que incluye la construcción de desaladoras en varias ciudades. Dentro de este ambicioso programa se incluyen:
- Cuatro desaladoras en Casablanca, Dajla, Safi y Nador.
- Proyección de instalar 20 estaciones de desalinización de agua de mar hacia 2050.
Es crucial destacar que empresas españolas están participando activamente en estos proyectos y, en algunos casos, han sido precalificadas.
Al otro lado del Mediterráneo, los agricultores en regiones cercanas al Parque Nacional de Doñana llevan años reclamando soluciones para el riego, un elemento crítico en áreas donde se produce una gran cantidad de frutos. El silencio y la falta de acciones concretas por parte del Gobierno han agudizado la sensación de abandono entre los agricultores.
A largo plazo, solo el tiempo dirá si la estrategia del Gobierno en Marruecos rendirá frutos en términos de relaciones comerciales y oportunidades para empresas españolas, y si se encontrarán soluciones equitativas para los agricultores en España que enfrentan la implacable sequía.