Las organizaciones empresariales y no gubernamentales (ONG) vinculadas a la pesquería han llamado a la Unión Europea (UE) a tomar medidas decisivas para frenar la entrada de pescado capturado por flotas que incurren en abusos laborales. Se señala a China, la máxima potencia pesquera a nivel global, como el principal foco de estas prácticas irregulares, que compiten de manera desleal infringiendo normativas laborales y maltratando a su tripulación.
Este año, el Día de la Lucha contra la Pesca Ilegal, celebrado cada 5 de junio, se enfocó en la necesidad de eliminar las vertientes más oscuras y delictivas de la actividad pesquera. Esta fecha coincide con las puertas de unas elecciones europeas, periodo en el que la flota española ha ubicado el problema en el epicentro de los desafíos de su sector.
La pesca ilegal representa una amenaza considerable a los ecosistemas. Según la ONU, esta práctica produce 26 millones de toneladas al año y más de 21.000 millones de euros, impactando especialmente a las poblaciones costeras más vulnerables. Además, conlleva otros delitos como la evasión fiscal y el blanqueo de dinero y abusos laborales, que en determinados casos llegan a la esclavitud.
Una de las principales estrategias para combatir esta problemática a nivel global se encuentra en el Convenio 188 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT). La principal función de este acuerdo es garantizar que las condiciones laborales a bordo se respeten, sin embargo, solamente ha sido ratificado por 21 países desde su creación en 2007, dejando a 160 sin hacerlo.
A pesar de poseer una normativa «bastante potente» a nivel comunitario, Javier Garat, secretario general de la patronal de armadores Cepesca, sostiene que la UE debe cerrar las fronteras a cualquier producto que no cumpla con los estándares comunitarios. Expresó que «si no se aplica a un país como China, esa normativa tiene un agujero grande o lo tiene su aplicación».
Por último, la organización Environmental Justice Foundation reveló informes alarmantes sobre las «condiciones abusivas de trabajo en el sector pesquero de las flotas asiáticas», de los cuales destacan el 100% de los pescadores entrevistados reportando condiciones de abuso, 96% sufriendo horas extraordinarias excesivas, y el 55% siendo objeto de violencia física.