El sector de la aceituna negra en España enfrenta un panorama desafiante en el comercio internacional. A pesar de la persistencia de los aranceles impuestos por el Gobierno de Estados Unidos, los productores españoles se mantienen firmes en su intención de seguir exportando. El sector ha experimentado una dura realidad desde 2017, cuando Estados Unidos comenzó a aplicar aranceles que han resultado en pérdidas acumuladas de 280 millones de euros. Este hecho refleja no solo una crisis económica, sino también una lucha por la supervivencia de un segmento importante de la agricultura española.
La situación actual de los aranceles
Actualmente, las aceitunas negras españolas están sujetas a un arancel del 35 %, que fue impuesto en respuesta a alegaciones de competencia desleal relacionadas con las subvenciones de la Política Agrícola Común (PAC) de la UE y prácticas de ‘dumping’ en las exportaciones. Aunque la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha fallado en varias ocasiones en contra de estos aranceles, la reducción que se ha aplicado por parte de EE. UU. es marginal, bajando solo al 31 %, lo cual Bruselas considera insuficiente para mitigar el impacto en los productores.
Estos aranceles no son solo un problema económico; también plantean el riesgo de que otros países competidores, como Egipto, Turquía, Marruecos y California, capitalicen esta situación. Asemesa ha alertado sobre cómo estos mercados han mejorado su posición en el sector a expensas de la aceituna española, que ha visto una caída de su cuota de negocio del 70 % desde la imposición de los aranceles.
Perspectivas de futuro para el sector
A pesar de estas dificultades, la Asociación de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa) no se rinde. El secretario general, Antonio de Mora, reafirma que la estrategia actual es continuar luchando para que se eliminen estos aranceles y exportar todo lo posible. Para ello, se informa sobre la búsqueda de «nuevos mercados a medio-largo plazo», un paso fundamental para mantener la rentabilidad y la presencia de las aceitunas españolas en el comercio internacional.
Con la nueva administración de Biden, esperanzas de nuevos acuerdos surgieron, sin embargo, las negociaciones no han tenido el resultado esperado. Una sentencia favorable a EE. UU. en septiembre de 2022 reafirmó la legalidad de los aranceles, añadiendo aún más presión sobre los productores españoles en su intento por retener su presencia en el mercado estadounidense.
Desafíos que afrontan los productores
Desde 2018, la situación se ha vuelto aún más crítica. La imposición continua de aranceles y la sinergia que otros productores han encontrado han llevado a un desánimo entre los productores españoles. La competencia se ha intensificado a medida que otros países han podido expandir sus mercados mientras que los productores españoles luchan por mantenerse a flote.
En este contexto, es vital que los españoles encuentren maneras de adaptarse y proponer alternativas estratégicas que les permitan no solo competir, sino también prosperar en un entorno altamente cambiable.
La realidad de los aranceles en el comercio de aceitunas negras invita a una reflexión más profunda sobre la dinámica del comercio internacional y las implicaciones para los sectores agrícolas. A medida que las conversaciones sobre políticas comerciales siguen avanzando, este sector emblemático de la agricultura española se encuentra en un cruce de caminos que definirá su futuro en el mercado global. La búsqueda de nuevas oportunidades y la necesidad de resiliencia se convierten en las claves que deberán seguir explorando los productores en su camino por mantener el legado de la aceituna española en el mundo.