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Reforzando las defensas de la Unión Europea contra el virus rugoso del tomate

El giro de los acontecimientos en la lucha contra el virus rugoso del tomate en Europa ha tomado un nuevo rumbo, y el Diario Oficial de la Unión Europea es el escenario principal. La Comisión Europea ha endurecido las medidas para contener y prevenir la expansión de este virus en territorio comunitario, extendiéndolas hasta el 31 de diciembre de 2024.

El reglamento de ejecución se publica a apenas cinco días de que la norma actual venciese. Ahora, se nos concede un período de transición hasta el 31 de agosto de 2023 para adaptarnos a estas nuevas disposiciones, que se han adoptado en base a información científica reciente. Estos datos novedosos nos permiten conocer en mayor profundidad tanto la propagación de la plaga como los métodos de análisis más efectivos.

La nueva normativa contempla medidas específicas para situaciones en las que cualquier individuo dentro del territorio de la UE sospeche o detecte la presencia de la plaga. Por ejemplo, si se confirma oficialmente la presencia del virus rugoso del tomate en el territorio de un Estado miembro, la autoridad competente deberá establecer una zona demarcada. Esta estrategia busca garantizar la erradicación de la plaga y evitar su propagación por el resto del territorio.

No se ha dejado nada al azar. La norma se ha diseñado para ser “más adecuada y proporcionada” y se han adoptado medidas distintas para la delimitación en caso de que se confirme la presencia del patógeno en sitios de producción con protección física. Esta particularidad es esencial, ya que reduce el riesgo fitosanitario.

Además de estas medidas preventivas, la norma incluye obligaciones para los Estados miembros. Se les exige realizar prospecciones anuales para detectar la presencia de la plaga en su territorio. Este esfuerzo conjunto es vital para mantener la plaga a raya y garantizar la seguridad de las explotaciones agrícolas en toda la Unión Europea.

De esta manera, la Comisión Europea da un paso firme y decidido para prevenir la propagación del virus rugoso del tomate, reforzando las defensas de la Unión en una lucha que no cesa.

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