En medio de la actual crisis agrícola, Ucrania eleva su voz y solicita el alivio de las medidas impuestas por la Comisión Europea sobre su sector agroalimentario. Mykola Solskyi, ministro de Política Agraria del país, está instando a las autoridades de la UE a reconsiderar su postura sobre el veto a cinco productos agroalimentarios esenciales para la economía ucraniana. El conflicto tiene lugar entre cinco países de la UE – Polonia, Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia y Hungría – y Ucrania, creando una tensión palpable en las negociaciones.
Es importante entender que la decisión de la UE de restringir el comercio de maíz, trigo, colza, aceite de girasol y semillas de girasol en los cinco países mencionados ha afectado profundamente al sector agrícola ucraniano. De hecho, estas restricciones han ocasionado “grandes dificultades” para exportar el grano fuera de Ucrania.
Solskyi recalca que su país ya vendía colza a la UE antes de la guerra y que las restricciones actuales carecen de sentido. Asimismo, refiere a la situación como «discusiones normales» entre «amigos y miembros de una familia», aunque advierte sobre potenciales problemas, particularmente la posibilidad de que Rusia se beneficie de la situación.
Por su parte, los ministros de Agricultura de la UE abordaron esta cuestión durante un encuentro reciente en Bruselas. Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, pidió una aclaración sobre este asunto. En 2022, España importó casi 2.000 millones de euros en grano de Ucrania, especialmente maíz, doblando las cifras del año anterior.
En el mismo sentido, el ministro de Agricultura y Soberanía Alimentaria de Francia, Marc Fesneau, enfatizó la necesidad de mostrar solidaridad y unidad, criticando las decisiones unilaterales tomadas por socios europeos. Mientras tanto, Antii Kurvinen, ministro finlandés de Agricultura y Política Forestal, señaló la necesidad de encontrar un camino para deshacerse de estas restricciones unilaterales, alegando que no son apropiadas para manejar problemas de mercado.
De esta manera, Ucrania se encuentra a la espera de una respuesta de la Comisión Europea. Aun así, el país está dispuesto a tomar medidas necesarias para evitar complicaciones adicionales, incluyendo la posibilidad de acudir a la Organización Mundial del Comercio si la situación lo requiere.