El reciente malestar entre los agricultores franceses y el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Mercosur – el bloque económico integrado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay – ha traído a la luz potenciales amenazas para ambas partes si el pacto no se llega a concretar. La principal es que el vacío podría ser llenado por China, señalando un cambio en la dinámica de poder económico global.
Los agricultores franceses han expresado quejas contra la competencia «desleal» de los países de Mercosur, cuyas políticas se perciben como más laxas, especialmente en lo que respecta al medio ambiente. Sin embargo, si se rechaza el acuerdo con Mercosur, se sugiere que beneficiaría a China, cuya actividad económica en la región ya representa el 25% de todas las exportaciones de los cuatro países suramericanos, en comparación con el 14% de la UE.
De acuerdo con Marie Krpata, investigadora del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, el fracaso del acuerdo con Mercosur daría a China un acceso sin precedentes a las ricas reservas de materias primas de la región, especialmente necesarias para la transición ecológica. Por otra parte, varios países de Mercosur han expresado su disposición a forjar un acuerdo de libre comercio con China, añadiendo más peso a los temores sobre el creciente poder del gigante asiático.
Si este escenario se concreta, esto podría afectar negativamente a sectores económicos de la UE. Por ejemplo, sectores clave de la producción francesa como los productores y exportadores de vinos y quesos podrían perder la protección de denominaciones de origen y la supresión de derechos de aduana que ofrece el acuerdo con el Mercosur. Además, según la London School of Economics, la economía del bloque sudamericano presentaría una notable mejora en la exportación de carnes a la UE.
Para evitar esto, es fundamental que la UE reconsidere sus resistencias al acuerdo con el Mercosur y busque soluciones para abordar las preocupaciones medioambientales en lugar de descartar por completo la colaboración económica binominal. De lo contrario, la UE podría perder terreno en América del Sur, mientras que China afianza su influencia.