El sector del aceite de oliva se enfrenta a la aceituna jabonosa, la enfermedad más importante que afecta su fruto. Pero, ahora parece surgir una luz de esperanza. Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba ha avanzado en la identificación de los componentes que otorgan resistencia a la antracnosis en la aceituna, haciendo frente a este problema que genera grandes pérdidas económicas.
El temor a la antracnosis radica en que esta enfermedad, causada por el hongo Colletotrichum, puede causar la descomposición de la aceituna y reducir drásticamente la calidad del aceite. Aunque el patógeno haya afectado al fruto, todavía existe la posibilidad de obtener un aceite virgen extra. Sin embargo, en los peores casos, el aceite resultante no es apto para el consumo.
A propósito del reciente hallazgo, se ha resaltado la relevancia de los perfiles fenólicos en la resistencia de las diferentes variedades de aceituna a la antracnosis, lo que podría abrir una vía para maquinar plantas inmunes a la enfermedad.
Anabel Expósito, una de las investigadoras del proyecto, explicó la función de los compuestos fenólicos en las aceitunas. Estos actúan como un mecanismo de defensa de la planta ante amenazas y exhiben una mayor presencia en los frutos cuando están aún inmaduros, haciendo que las aceitunas sean totalmente resistentes e impidan la penetración del patógeno.
Es relevante destacar que la concentración de estos compuestos fenólicos disminuye a medida que las aceitunas maduran, variando su color de verde amarillento a morado. No obstante, este descenso no se da de la misma manera en todas las variedades de aceituna.
Aunque todavía existe un camino por recorrer, este estudio da un importante empuje al sector, y más cuando se ha comprobado que, después de analizar seis variedades de aceitunas, las que exhibían concentraciones fenólicas altas y ciertos fenoles específicos parecían tener una mayor resistencia a la enfermedad.
Este descubrimiento, sin duda, supone un avance crucial en la lucha contra la antracnosis en el mundo del aceite de oliva y favorece el camino hacia la generación de variedades inmunes a este patógeno. A tiempo, podría proporcionar un impulso significativo a la rentabilidad del sector y a la calidad del aceite de oliva producido.
