El equilibrio de la biodiversidad es un aspecto crítico para la estabilidad de nuestro ecosistema. La preservación de las especies es una responsabilidad que recae en nuestra sociedad, y proyectos como el Banco de Semillas del Milenio están marcando la diferencia en este sentido.
Con sede en Wakehurst Place, Sussex, este banco, dirigido por Royal Botanic Gardens, ha logrado acumular un variado y valioso tesoro: 40.020 especies vegetales, con un total de 2.400 millones de semillas. Todo este material genético se mantiene en condiciones óptimas en un laboratorio, como un seguro frente a la posibilidad de extinción causada por factores como la insostenibilidad o conflictos bélicos.
Este repositório cuenta con semillas procedentes de 190 países y territorios, convirtiéndolo en un reflejo del vasto mosaico de la diversidad botánica del planeta. No es de extrañar que ostente el récord Guinness al mayor banco de semillas del mundo.
Además de la preservación de la diversidad, estas semillas se utilizan para investigación científica. Estudiar las especies protegidas o en peligro de extinción puede conducir a descubrimientos y soluciones inesperadas. Asimismo, el banco se encarga de reintroducir, cuando es posible, estas especies en su hábitat natural.
Dentro de sus últimas adquisiciones, el banco ha incorporado orquídeas del Cáucaso y plantas silvestres de Madagascar y Pakistán. Destaca la Erythrophleum couminga, un árbol leguminoso de Madagascar, cuyas flores y hojas tienen propiedades tóxicas en grandes dosis, pero a la vez pueden usarse como tónico cardíaco en cantidades adecuadas.
El Banco de Semillas del Milenio no es el único que defiende nuestra diversidad vegetal. En Svalbard, Noruega, se encuentra su contraparte dedicada a la alimentación: el Banco Mundial de Semillas. Este búnker subterráneo almacena 1.2 millones de semillas de plantas agrícolas y comestibles, recolectadas con la colaboración de casi 100 instituciones de 76 países diferentes.
Estas dos importantes iniciativas subrayan el esfuerzo conjunto de la humanidad por preservar y proteger la diversidad de las especies vegetales. Nos recuerdan que, con compromiso y acción, podemos aspirar a un futuro verde, equilibrado y sostenible.
