En un ambiente marcado por la fluctuación de precios y la creciente demanda, la producción de aceite de oliva español sigue presentando cifras robustas. Según el último informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en los primeros cinco meses de la campaña agrícola se han acumulado 829.515,77 toneladas de este preciado líquido, recabadas de las almazaras de todo el territorio.
Destacando las cifras hasta el día 29 de febrero, las ventas totales de las almazaras alcanzaron las 406.625,88 toneladas. Sin embargo, sus existencias lograron acumular a lo largo de este período la suma de 522.058,14 toneladas. Contrariamente, en febrero se han producido 53.445,14 toneladas y se ha dado salida a 83.293,35 toneladas, reteniendo en existencias 26.288,16 toneladas.
Las cifras totales de existencias alcanzaron las 712.570 toneladas, incluyendo las 185.956 toneladas que están en poder de los envasadores y las 4.362 toneladas almacenadas por el Patrimonio Comunal Olivarero.
A principios de año, la producción de aceite de oliva ya había superado las primeras estimaciones del Gobierno. En un primer cálculo, se determinó que la producción se limitaría a cerca de 765.300 toneladas para la campaña 2023-2024, cifra que representa un incremento del 15% en comparación con la campaña anterior, pero que aún se sitúa 34% por debajo del promedio de las últimas cuatro campañas.
Valiéndose de las cifras correspondientes a febrero, la organización agraria UPA ha dado por concluida la campaña. Durante este período, se acumuló un total de 561.457 toneladas solo en Andalucía, territorio reconocido como principal productor de España y del mundo. Cristóbal Cano, responsable de Olivar y Aceite de UPA y secretario general de UPA Andalucía, ha resaltado las ventas del aceite de oliva en febrero, al sostener que estas cifras demuestran «la fortaleza del aceite de oliva y la apuesta de los consumidores por la grasa vegetal más sana y saludable que existe en el mundo».
Cano manifestó su expectativas respecto al futuro de la producción, señalando que se mantiene optimista debido a las lluvias, la normalidad de las temperaturas en la próxima primavera y la estabilidad en los niveles actuales de precios. Sin embargo, advirtió que existe el riesgo real de quedarse sin aceite de oliva a finales de la campaña de comercialización si no se mantienen las condiciones actuales.








