Los agricultores de Cataluña están manteniendo este miércoles un bloqueo de las principales rutas de tráfico, destacando la autopista AP-7, debido a una serie de reivindicaciones que abordan temas de importaciones, burocracia y gestión del agua. Este acto se mantiene aún en vigencia, a la espera de que sus demandas sean atendidas.
La AP-7, que es la principal conexión terrestre entre España y Francia, sigue interrumpida entre los tramos de Borrassà y Vilademuls, así como también la carretera N-II entre Bàscara y Vilamalla y la N-152 en Puigcerdà. El objetivo de estos cortes de carreteras es bloquear los pasos fronterizos en la provincia de Girona. Adicionalmente, en Lleida, diversos tramos siguen siendo inaccesibles, mostrando la fortaleza de las protestas agrarias.
El sindicato Unió de Pagesos y el movimiento Revolta Pagesa habían pronosticado que las protestas, que inicialmente se esperaba que finalizaran este miércoles, continuarán un día más. Esto se dio tras una reunión con altos funcionarios del Departamento de Acción Climática de la Generalitat, en la que notablemente no asistió David Mascort, conseller de la entidad.
Mascort confirmó en sus redes sociales que no asistió a dicha reunión por razones familiares, hecho que generó ciertas críticas por parte de la comunidad agrícola. Sin embargo, recalcó que su ausencia no significa que no esté comprometido con las demandas de los agricultores.
Debido a esta colisión, la Generalitat ha puesto en marcha el plan de alerta Procicat. Por otro lado, los Mossos d’Esquadra han aconsejado a las personas minimizar sus desplazamientos por las áreas afectadas. En medio de esta resistencia, los agricultores de Cataluña continúan presionando por sus demandas para mejorar sus condiciones de trabajo.