Las tensiones que empezaron con protestas individuales por parte de los agricultores en España, persisten y ya se guardan las mayores arterias del país. El miércoles, las protestas no sólo alcanzaron nuevas alturas en las calles, sino que también se infiltraron en el Congreso. En respuesta a la presión, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido a reforzar la ley de la cadena alimentaria e implementar la reciprocidad en las importaciones.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha informado de cortes significativos que causan atascos en las principales carreteras. Las zonas afectadas incluyen Cataluña, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón, Murcia y Extremadura. Por otro lado, numerosos agricultores han tomado la iniciativa de llamar la atención sobre sus demandas, movilizándose a través de caravanas de tractores que convergen en Barcelona. Se espera que alrededor de mil tractores converjan en la ciudad a las 16:00 horas y sean recibidos por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
Los agricultores, convocados en su mayoría en grupos a través de las redes sociales, buscan un alivio de las políticas medioambientales europeas y exigen que se apliquen las mismas condiciones de producción a las importaciones (cláusulas espejo). La creciente participación en las protestas, independientemente de las organizaciones agrarias profesionales, sugiere que las manifestaciones podrían continuar en los días venideros.
Durante la sesión de control en el Congreso, en medio de repetidas menciones a las protestas de los agricultores, el presidente Pedro Sánchez se comprometió a fortalecer la Ley de la Cadena Alimentaria, implementar las conocidas cláusulas espejo, simplificar la Política Agrícola Común (PAC) y facilitar la adaptación a la normativa europea. Entretanto, los agricultores en otros países de la Unión Europea se unen a las protestas, aumentando la tensión y atrayendo la atención de la Comisión Europea (CE), que ha instado a «no simplificar demasiado» la situación.