Tras dos campañas escasas, la de este año ha sido «la de las sorpresas». La temporada comenzó con la sequía, pero culminó con unas lluvias casi al final que han llevado la producción de aceituna de mesa hasta el entorno de las 550.000 toneladas, superando la media de los últimos cuatro años. Este notable incremento es un alivio para muchos en el sector, ya que permite que las expectativas vuelvan a elevarse después de años de dificultad.
La importancia de las exportaciones
La empresa Agrosevilla, considerada el mayor productor y exportador de aceitunas de mesa del mundo, quiere aprovechar la buena marcha de la campaña de este año en España para competir en el mercado exterior. Según el consejero delgado de Agrosevilla, Julio Roda, las ventas al exterior representan un 90 % de su actividad, un porcentaje que alcanza el 100 % en el aceite de oliva. Este es un área en la que la compañía también se destaca como uno de los principales exportadores españoles.
Roda detalla que este resultado inesperado de la producción posiciona a la empresa favorablemente para competir en el mercado internacional. Un buen líquido puede ser clave para enfrentar las competiciones, especialmente en un sector que ha sufrido por circunstancias como la sequía y los aranceles impuestos en mercados clave como el de Estados Unidos.
Un camino hacia la adaptación
La compañía nació en 1977 gracias a la agrupación de doce cooperativas de primer grado y 4.500 socios, y actualmente está presente en más de 75 países, principalmente en Estados Unidos, Europa y Oriente Medio. A lo largo de los años, Agrosevilla ha tenido que adaptarse a diversos retos, desde la fluctuación de precios hasta las condiciones climáticas adversas.
Respecto a la campaña del aceite, Roda estima que se prevé positiva en comparación con las dos anteriores. Al mismo tiempo, espera que el precio de venta disminuya, lo que facilitará un regreso del consumo a niveles normales. En sus declaraciones, también menciona que la resiliencia del aceite de oliva virgen español es lo suficientemente fuerte y valorada por el consumidor para evitar caídas drásticas en el mercado.
La cuestión de los aranceles
Agrosevilla se mantiene como el principal exportador de aceituna española a Estados Unidos, a pesar del impacto de los aranceles introducidos en 2018 durante la Administración de Donald Trump. Esta medida ha llevado a una caída del 70 % en el volumen de exportaciones de aceitunas, lo que ha puesto a la empresa en una situación vulnerable frente a la competencia de países como Marruecos, Egipto y Argentina.
Julio Roda expresa su preocupación por una posible imposición de nuevos aranceles con la vuelta al poder de Trump. La incertidumbre en torno a estas tarifas crea un escenario «tremendamente complejo» para su operación, en un momento en que las barreras comerciales adicionales continúan afectando la aceituna negra española. A pesar de ello, la empresa ha mantenido su defensa de los agricultores y sus socios, mientras evalúa nuevas alternativas para mantener su competitividad.
Mejorar la competitividad
De vuelta a España, Roda agradece el premio Alimentos de España del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que recibió este año en la categoría de industria alimentaria. Este reconocimiento, a su juicio, refleja el esfuerzo de una compañía que nació de la visión de unos emprendedores que querían llevar al mundo la aceituna local.
El consejero delegado destaca las inversiones destinadas a automatizar procesos y mejorar la eficiencia. En este sentido, menciona que la falta de mano de obra persiste en el campo, por lo que están llevando a cabo proyectos de innovación que se centran en el uso eficiente de los subproductos generados durante la elaboración de la aceituna de mesa, ya sea para alimentación animal o humana.
Agrosevilla también participa en iniciativas para mejorar la gestión del agua en su instalación y en las áreas circundantes, con el objetivo de evitar situaciones críticas como las que tuvieron que afrontar durante la sequía. Esta gestión responsable de los recursos es esencial para un sector que depende tanto de su entorno natural.
La historia de Agrosevilla es un claro ejemplo de adaptación y resiliencia en el sector agrícola. Como se pueden ver, los desafíos son muchos, pero también hay un compromiso firme con la calidad y la sostenibilidad. De cara al futuro, hay que seguir explorando nuevas oportunidades en mercados emergentes y adaptarse a un entorno en constante cambio. No hay dudas de que la agricultura, y en particular el sector de las aceitunas, seguirá evolucionando para adaptarse a las necesidades del consumidor y a los desafíos del comercio global.
