La hostelería en España enfrenta una etapa crucial, marcada por la reciente elección de **José Luis Álvarez Almeida** como nuevo presidente de **Hostelería de España**. Este hostelero de tercera generación se muestra optimista ante el panorama actual, aunque es consciente de que la atracción y retención del talento son fundamentales para el futuro del sector. “Necesitamos mucha gente que quiera trabajar», afirma con claridad.
El momento idóneo y los desafíos del sector
Durante su primera entrevista tras asumir el cargo, Álvarez Almeida describe la situación de la hostelería española como «idílica», convirtiendo a España en «la envidia del mundo». Sin embargo, también reconoce que el sector debe enfrentarse a **nubarrones** significativos como la **escasez de talento**. La falta de camareros, jefes de sala y cocineros es un desafío que afecta a toda la industria, aunque varía en función del tipo de negocio y la ubicación geográfica.
“En dos décadas hemos pasado de tener un millón de trabajadores a 1.900.000 en el pico de agosto de 2024”, asegura, mostrando así que el sector está lejos de decrecer. Al contrario, Álvarez Almeida considera que **la hostelería es un sector ilusionante** y «está vivo», con la única excepción de la crisis provocada por la pandemia.
La importancia de los trabajadores extranjeros
Un aspecto relevante que destaca el nuevo presidente es el papel de los trabajadores extranjeros en el sector. “Cada vez que vienen a nuestras empresas, mucha es gente que llega de fuera buscando una vida nueva”, explica. A su juicio, España es un país que alberga a inmigrantes y la hostelería a menudo es el punto de partida para que estas personas encuentren su primer empleo y comiencen a construir su futuro.
Álvarez Almeida sostiene que «quien empieza a trabajar con nosotros y se forma, crece». En este sentido, hace un llamado a los nuevos trabajadores para que aprovechen las «magníficas» escuelas de formación que hay por toda España. Con un enfoque claro en la **multiculturalidad**, invita a todos aquellos que deseen aportar al sector y trabajar en él, a que se integren.
Interlocución con el Gobierno y desafíos legislativos
Un tema central en su discurso de investidura es la necesidad de una mejor comunicación con el Gobierno. “Le pedimos al legislador que nos escuche. En este sector trabajan 1 900 000 familias en España”, recalca con voz clara y firme. Esta interlocución se vuelve esencial, dado que las decisiones legislativas en áreas como **turismo, trabajo, sanidad, transportes, costas** y **consumo** impactan directamente en el sector.
Respecto a la **subida del salario mínimo interprofesional (SMI)** y la posible reducción de la jornada laboral, Álvarez Almeida critica la falta de negociación. “No podemos permitir que la negociación venga impuesta unilateralmente desde el Gobierno”, subraya, señalando que el impacto de estas medidas será desigual, afectando de diferentes maneras a grandes ciudades y a pequeños pueblos.
Propuestas para un futuro próspero
Una de las propuestas que Álvarez Almeida comparte es la contratación en origen de **cocineros, jefes de sala y camareros** que se están preparando en sus países. “¿Por qué no aprovechar esos talentos que buscan oportunidades?”, se pregunta el nuevo presidente. Esta idea podría ayudar a mitigar la falta de personal cualificado que padece el sector.
En términos económicos, muestra una visión optimista y espera que este año se traduzca en un aumento en la facturación. No obstante, Álvarez Almeida menciona que le gustaría que fuera también un «ejercicio récord» en la generación de riqueza, destacando así la necesidad de un crecimiento sostenible y productivo.
Un reto más que pronto se presentará al nuevo presidente de Hostelería de España es lograr un equilibrio entre la regulación y las necesidades del sector, donde la formación, la incorporación de trabajadores extranjeros y el diálogo con el Gobierno son piezas clave para continuar construyendo sobre una base sólida. Cómo se manejará estos desafíos serán determinantes para el futuro próximo de la hostelería en el país, un sector que sigue siendo esencial en la economía española.








