La llegada del vino a América por parte de los conquistadores y los misioneros españoles no solo ha configurado la historia de muchos territorios, sino que también ha tenido un notable impacto económico y cultural en regiones como California, Chile y Argentina. Estos países están actualmente posicionados en los lugares cuarto, quinto y sexto en la lista de productores mundiales de vino, en gran parte debido a esa herencia vitivinícola de origen español.
Mauricio Bermúdez Rodríguez, vicepresidente de la Academia Colombiana de Gastronomía y autor del libro ‘Yo, el vino’, nos ofrece una visión inigualable sobre la trascendencia de la vitivinicultura en el Nuevo Mundo. El papel desempeñado por protagonistas como Cristóbal Colón, los primeros colonizadores y varias comunidades religiosas, como los jesuitas, los franciscanos o los mercedarios, fue esencial en la introducción y adaptación de las cepas vitícolas traídas directamente de España.
Fue tal la obstinación y el empeño de estos pioneros en adaptar y producir vino en estas tierras que, hoy día, Chile ostenta el quinto lugar en el mundo como productor de vino de calidad, Argentina es el sexto y California el cuarto productor de vino del mundo.
El libro ‘Yo, el vino’, nos relata como ya en el segundo viaje de Colón a América, sus hombres plantaron vides a partir de noviembre de 1493. Sin embargo, descubrirían pronto la necesidad de adaptarse a las condiciones climáticas y geográficas del nuevo mundo. Esto llevó a una verdadera odisea de ensayo y error en la que, finalmente, encontraron tierras propicias y paralelos adecuados para el cultivo más al norte, en lo que hoy es México y el sur de Estados Unidos, y posteriormente en Perú, Chile y Argentina.
Desafortunadamente, este trascendental legado enológico está hoy amenazado por el cambio climático. El calentamiento global está modificando las condiciones climáticas esenciales para el cultivo de la vid, lo que podría transformar los territorios tradicionalmente productores e introducir nuevas regiones en el mapa vitivinícola. Es por eso que productores de Chile, Argentina y California están recurriendo a la ‘Listán Prieto’, cepa de origen canario y muy utilizada en época colonial, que ha demostrado una buena resistencia al cambio climático y que ya empieza a dar buenos resultados. La transformación del sector vitivinícola americano continúa, adaptándose a los nuevos retos y sorprendiéndonos con su capacidad de innovación y resiliencia.
