El salón del vino español de calidad, conocido como Barcelona Wine Week (BWW), se ha clausurado con cifras sorprendentes. A lo largo de sus tres días de celebración, del 2 al 4 de febrero, el evento ha sido visitado por un total de 25.700 profesionales. Un dato destacado es que el 20 % de estos visitantes provenían de diferentes países, lo que subraya la importancia internacional de esta feria.
Un evento en expansión
Este año, el recinto de Fira de Montjuïc ha sido testigo de un notable crecimiento. Por primera vez en su historia, la feria ha ocupado dos pabellones. Esta decisión se ha tomado para atender la alta demanda y conectar a las bodegas participantes con los principales compradores internacionales. Se registraron más de 13.000 reuniones de negocio, lo que representa un impacto cercano a 17 millones de euros en la ciudad.
Además de lo que se ha mencionado, las bodegas han tenido la oportunidad de establecer contacto con más de 770 importadores internacionales. En total, han participado 1.266 bodegas, representando 81 Denominaciones de Origen. Esto demuestra que el salón se ha convertido en una plataforma clave para la exportación del vino español.
Compradores destacados
La Feria ha atraído a cerca de 1.800 compradores en total, de los cuales 1.000 son nacionales y 800 internacionales. Entre estos últimos, se han invitados a representantes de países clave como Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, China, México, Japón, Brasil, Colombia y Corea del Sur, gracias a la colaboración de BWW con ICEX España Exportación e Inversiones.
Para el presidente de BWW y de la D.O. Cava, Javier Pagés, este evento ha reafirmado "una vez más, su enorme poder de convocatoria". En palabras de Pagés, el salón se ha consolidado como la mejor plataforma comercial para los operadores nacionales e internacionales del sector, a través de un concepto ferial único, donde se han servido cerca de 360.000 copas de vino de grandes, medianas y pequeñas bodegas.
Actividades y enfoques actuales
Uno de los temas centrales en esta edición ha sido la revalorización de las cepas viejas, un tema que ha suscitado un notable interés entre los participantes. También se han abordado cuestiones relevantes como la adaptación de las bodegas al cambio climático y el auge de los vinos blancos, un segmento que cautiva cada vez más a los consumidores.
Durante la feria, han participado más de 70 expertos, entre ellos Masters of Wine, sumillers, críticos y elaboradores, que han contribuido a enriquecer la experiencia del salón a través de 150 catas y ponencias. Entre ellos se encontraban figuras destacadas como Ernando Mora, Doug Frost, Sarah Jane Evans y Pedro Ballesteros.
Colaboración institucional
El éxito de BWW no sería posible sin la colaboración de diversas instituciones. Este evento ha contado con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), ICEX España Exportación e Inversiones, la Agència Catalana de Turisme, Incavi-Prodeca, la Federación Española del Vino (FEV) y la Organización Interprofesional del Vino en España (OIVE), además de la colaboración de Cajamar.
En términos de bodegas, las más destacadas han sido las de las D.O. Ribera del Duero, La Rioja, Priorat y Cava, que han tenido una marcada presencia, seguidas por las de Rías Baixas, Navarra, Rueda, Montsant, V.T. Mallorca, Penedès y Jumilla. Esto demuestra la diversidad y riqueza del sector vitivinícola en España.
El hecho de que el evento haya tomado un nuevo rumbo con su formato de dos pabellones, así como el notable aumento del 30 % en el número de expositores y de la zona expositiva, pone de manifiesto un panorama positivo para el futuro.
De cara a la siguiente edición, programada para el 2026, el BWW sigue trabajando en su compromiso por ofrecer un espacio de encuentro y negocio que impulse la calidad del vino español en el ámbito internacional. La excelente acogida de esta quinta edición invita a imaginar nuevas oportunidades y a profundizar en la cultura vitivinícola, un sector que sigue evolucionando y conquistando paladares en todo el mundo.








