La Unión Europea ha fijado una serie de fechas clave para la futura regulación de productos alimentarios que contienen ciertos aromas ahumados, a los que ha decidido no renovar la autorización de su uso. Según publica el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), se han marcado las fechas hasta las que se podrán seguir vendiendo ciertas categorías de alimentos que usan estos aromas.
Concretamente, el límite para la comercialización de productos como el queso, los derivados cárnicos, los pescados o los moluscos será el 1 de julio de 2029. Para el resto de categorías, la fecha límite será el 1 de julio de 2026. La diferencia en las fechas se justifica por el uso diferenciado de los aromas, si se implementan para potenciar el sabor o para simularlo.
Se verán afectados los alimentos que contienen Fumokomp (SF-009), SmokEz C-10 (SF-005), Smoke Concentrate 809045 (SF-003), Scansmoke SEF 7525 (SF-004), Scansmoke PB 1110 (SF-001), ProFagus-Smoke R709 (SF-008), Zesti Smoke Code 10 (SF-002), SmokEz C-10 (SF-005) y SmokEz Enviro-23 (SF-006). Sin embargo, se destaca que estos alimentos podrán seguir comercializándose hasta las fechas definidas, y seguir presentes en el mercado hasta su respectiva fecha de caducidad o consumo preferente.
Fuentes de la Asociación de Snacks, que incluye a empresas como Pepsico, Grefusa y Risi entre otras, han asegurado que "no va a desaparecer de los lineales las patatas con sabor a jamón", contradiciendo ciertos rumores surgidos tras el anuncio de la decisión. La Comisión Europea ha respaldado esta afirmación, explicando que efectivamente se prohibirán ciertos aditivos de aroma ahumado, pero eso no excluirá por completo la fabricación de este tipo de productos, siempre y cuando se modifique la receta para omitir dichos aditivos.
Esta acción por parte de la Unión Europea surge a raíz de un estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre la seguridad de estos aromas, que identificó posibles "problemas de seguridad" por su "margen de seguridad insuficiente". De esta forma, la decisión no únicamente obedece a cuestiones de mercado, sino también a garantizar la seguridad alimentaria para todos los ciudadanos europeos.