La Comisión Europea (CE) ha reiterado su compromiso con la seguridad alimentaria y la protección de los agricultores europeos, asegurando que los pesticidas «más peligrosos» que están prohibidos en la Unión Europea no podrán ser importados a través de productos de otros países. Esta declaración forma parte de un conjunto de medidas que se están desarrollando para fortalecer la producción agroalimentaria en Europa.
Medidas para preservar la seguridad alimentaria
El principio de que los pesticidas prohibidos en la UE por razones de salud y medioambientales no regresen a través de importaciones se establece en la reciente Visión sobre la Agricultura y los Alimentos. Este documento fue aprobado en la última reunión de comisarios europeos, presidida por Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva de la CE.
En este contexto, la Comisión ha anunciado que llevará a cabo, a partir de 2025, una evaluación de impacto. Esta evaluación analizará las repercusiones en la competitividad de los productos europeos y las implicaciones internacionales, y, de ser necesario, se propondrán ajustes al marco legislativo existente, destacando la búsqueda de una mayor alineación de los estándares de producción.
Apoyo a los productores agrícolas
Además, el Ejecutivo comunitario ha subrayado que se trabajará en el diseño de un conjunto de acciones concretas que protejan a los agricultores de la competencia desleal y garantice que no tengan que vender sus productos por debajo de su costo de producción. Esto se realizará en parte a través de una revisión de la directiva sobre prácticas comerciales desleales.
La CE también compartió su intención de presentar en 2025 una estrategia sobre el relevo generacional en la agricultura, cuyo objetivo será facilitar el acceso a nuevos agricultores y jóvenes interesados en la profesión. «La agricultura necesita ser atractiva para las nuevas generaciones», se menciona en el documento.
Implicaciones para la Política Agrícola Común
La futura Política Agrícola Común (PAC) también será ajustada para encontrar un equilibrio más claro entre las políticas regulatorias y los incentivos que afectan a los agricultores. De acuerdo con la CE, es crucial que el apoyo de la PAC se dirija a aquellos agricultores que realmente lo necesitan, prestando especial atención a regiones con limitaciones naturales y a los jóvenes agricultores.
En relación a esta reestructuración, se está considerando diversificar la producción agrícola, priorizando aquellos productos que son esenciales para la **autonomía estratégica** y la resiliencia de la Unión Europea. La CE busca lograr una agricultura que responda a las necesidades del presente, al mismo tiempo que se compromete a ser respetuosa con el medio ambiente.
Compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente
El documento presentado por la CE resalta la importancia de conciliar las acciones climáticas con la seguridad alimentaria. En este sentido, se enfatiza que los agricultores que adopten prácticas sostenibles deben ser recompensados adecuadamente. La CE también se compromete a evaluar prohibiciones adicionales en el uso de pesticidas solo si no hay alternativas viables en un futuro cercano. Se prevé que el acceso a biopesticidas en el mercado europeo se racionalice para facilitar prácticas agrícolas más sostenibles.
Asimismo, la CE anunció la intención de presentar un plan de acción rural actualizado, para asegurar que las áreas rurales preserven su vitalidad y conexión con el patrimonio cultural y natural de Europa. Estas propuestas incluyen nuevas medidas para simplificar las regulaciones que rigen la agricultura y el desarrollo de una estrategia digital que apoye al sector.
Retos geopolíticos y la unidad del sector
En una reciente rueda de prensa, el comisario europeo de Agricultura, Christophe Hansen, hizo hincapié en que la UE se compromete a proteger su sector agroalimentario frente a la competencia desleal, manteniendo la unidad ante los retos geopolíticos que amenazan el marco del sector. Las negociaciones comerciales se utilizarán para resguardar los intereses de los agricultores europeos y se espera que los controles de seguridad alimentaria se realicen de manera rigurosa.
De este modo, Bruselas destaca que el futuro del sector agrícola europeo se plantea con un enfoque en la seguridad, la sostenibilidad y la equidad. A medida que este marco se desarrolla, la agroindustria se enfrenta a desafíos significativos, pero también a oportunidades para adaptarse y mejorar en un escenario global cada vez más complejo e interconectado.








