La Comisión Europea (CE) ha dado a conocer este jueves una serie de propuestas significativas para regir las capturas pesqueras en el Cantábrico y las aguas de Portugal durante el año 2025. Entre estas propuestas, destaca la intención de aumentar las capturas de rape en un 17 %.
Propuestas destacadas para el sector pesquero
Bruselas ha incluido estos planteamientos en una propuesta más amplia sobre las posibilidades de pesca en las aguas comunitarias del Atlántico, con miras a equilibrar la sostenibilidad del recurso y la viabilidad de la industria pesquera. La CE se encarga de determinar los totales admisibles de capturas (TAC), que son las cantidades máximas de peces de determinadas áreas que la Unión Europea puede pescar. Esta medida es esencial para regular el esfuerzo pesquero y proteger las especies más vulnerables.
En lo que respecta a la merluza que se captura en estas aguas, el Ejecutivo comunitario propone que se mantenga el TAC del año 2024, que se sitúa en unas 17.445 toneladas. Esta estabilidad puede ser un alivio para los pescadores que dependen de este recurso específico. Sin embargo, para el rape, las capturas se elevarían a 5.432 toneladas en 2025, un aumento que sin duda generará un enfoque renovado en la pesca de este pez.
Aumento en las capturas de otros recursos importantes
El gallo del Cantábrico y las aguas de Portugal también verán un incremento significativo en las capturas, con una propuesta de aumento del 23 % para alcanzar las 4.448 toneladas en el próximo año. Por otro lado, la CE sugiere elevar un 0,8 % la pesca del lenguado en aguas del Golfo de Vizcaya, con un TAC de 2.510 toneladas. Asimismo, el chicharro en aguas de Portugal contará con un incremento del 5 %, alcanzando una cifra de 173.873 toneladas.
Entre las propuestas más impactantes de la CE se encuentra un asombroso aumento del 134 % en las capturas de cigala en el Cantábrico, lo que lleva la cifra total a 29 toneladas. Este tipo de cambios puede generar grandes expectativas en la industria pesquera y reactivar la economía en ciertas regiones, siempre con un enfoque en la sostenibilidad.
Medidas de protección para especies vulnerables
Es importante también destacar que, dadas las preocupaciones sobre la población de anguilas europeas, la Comisión propone mantener un enfoque restrictivo, como un cierre obligatorio de la pesca durante seis meses. Asimismo, se incluye la prohibición de la pesca recreativa de la anguila en aguas marinas y salobres del Atlántico nororiental, lo que refleja un compromiso con la protección de esta especie en peligro.
En el ámbito de la pesca recreativa, la situación de la lubina en aguas francesas del Golfo de Vizcaya es particular. Aquí, solo se permite la captura de un pez por día como medida de conservación.
Próximos pasos en las discusiones pesqueras
La CE ha presentado esta propuesta en un momento crítico, pues los ministros de Pesca de la Unión Europea se reunirán para discutir y cerrar un acuerdo sobre las posibilidades de pesca destacadas en este documento. Esta reunión está programada para el 9 y 10 de diciembre, donde se espera que se debatan no solo las cifras propuestas, sino también la forma en la que estas medidas pueden implementarse de manera efectiva.
Estas decisiones son vitales, ya que afectan a miles de pescadores y la economía de numerosas comunidades costeras. La CE busca encontrar un camino que no solo permita la explotación de estos recursos, sino que garantice su conservación para las futuras generaciones. A medida que avanzamos en estas discusiones, resulta crucial mantener un balance entre las necesidades económicas y la sostenibilidad ecológica, un desafío que está en el centro de la actividad pesquera hoy en día.
La atención a estas propuestas y sus posibles repercusiones invitan a reflexionar sobre cómo gestionar de manera responsable nuestros recursos pesqueros, garantizando tanto el bienestar de las comunidades que dependen de estos recursos como la salud de los ecosistemas marinos.