El presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), Basilio Otero, ha realizado un contundente llamado en el Senado para que se tomen medidas que no discriminen a los barcos a la hora de fomentar la contratación de tripulantes para la pesca. Esta situación se ha convertido en un desafío crítico, especialmente con la creciente preocupación por el relevo generacional en el sector pesquero.
Problemas críticos del sector pesquero
Durante su intervención ante la Comisión de Pesca del Senado, Otero destacó los principales desafíos que enfrenta la pesca en España, subrayando la alarmante falta de tripulantes y la necesidad de un cambio significativo en las políticas actuales. Aseguró que es fundamental abordar estos problemas de manera integral, ya que son cuestiones que afectan tanto a marineros como a armadores.
Uno de los puntos clave abordados por Otero fue la normativa de extranjería, que se está revisando para atraer marineros indonesios a la flota española. Sin embargo, señaló que las soluciones propuestas “solo benefician a los buques que operan a más de 200 millas”. Esta situación plantea una discriminación que afecta a la flota local, compuesta por embarcaciones que operan a distancias más cercanas.
Desigualdades fiscales en el sector
Pero la discusión no se detuvo ahí. Otero también hizo hincapié en otra propuesta que busca equilibrar las desigualdades fiscales dentro de la Unión Europea. En Francia, los profesionales del sector pesquero están exentos de declarar hasta 60.100 euros en el IRPF, lo que representa una parte significativa de sus salarios. Esta ventaja ha generado un éxodo de profesionales españoles hacia el país vecino, un fenómeno que podría agravarse si no se implementan cambios similares en España.
Destacó la urgencia de abordar esta situación, señalando que “se han planteado soluciones” que lamentablemente solo benefician a los barcos en alta mar, dejando a la flota local en una situación vulnerable. La coordinación entre las diversas comunidades autónomas también fue mencionada como un aspecto crucial para abordar estas disparidades. Regiones como Asturias, Cantabria y el País Vasco están avanzando a un ritmo diferente, lo que complica aún más la situación.
La voz del sector ante su futuro
Otero no solo se centró en las oportunidades y retos de contratación. También expresó su preocupación por un reciente dictamen judicial que fue desfavorable para la denuncia del sector respecto a los planes de ordenación del espacio marítimo y la instalación de las energías eólicas. “Solo nos queda rezar para que la implantación se haga con una transición justa”, comentó, evidenciando la incertidumbre que rodea al sector.
Adicionalmente, se abordó el tema de la reducción de días en el mar para la flota arrastrera del Mediterráneo, una medida que afecta directamente a la cuota de captura de especies como la gamba roja. Esta situación añade otra capa de dificultad en un contexto ya complicado.
Demandas concretas para el futuro del sector
Entre las demandas más urgentes, Otero reiteró la petición unánime del sector pesquero y acuícola de reducir el IVA del pescado del 10% al 4%. Esta medida no solo estimularía el consumo, sino que también facilitaría la sostenibilidad del sector.
La realidad es que la pesca en España enfrenta numerosos obstáculos, desde la falta de personal hasta las políticas desfavorables en comparación con otros países europeos. Mientras tanto, el futuro de miles de trabajadores y armadores está en juego. ¿Qué caminos se tomarán para asegurar una industria pesquera más robusta y equitativa? Solo el tiempo dirá si las propuestas de Otero tendrán eco en las decisiones políticas.








