Diego Marín, el maestro panadero que comenzó de cero
Diego Marín representa la esencia de la perseverancia y el amor por el oficio. Hace 23 años, este tinerfeño decidió sumergirse en el mundo de la panadería, alternando su labor nocturna en una fábrica de pan con clases diurnas de un Grado Superior de cocina. Sin embargo, fue en el universo del pan donde descubrió su verdadera pasión. El hoy laureado Campeón Nacional de Panadería Artesana 2024 nos ofrece su historia de superación, donde la dedicación y el afán de conocimiento conforman los ingredientes esenciales de su éxito.
En los inicios de su formación en cocina, Marín no encontró la chispa que quería. Lo que realmente le llenaba era la panadería, recuerda. Así que, decidió nadar contracorriente y forjarse su camino en este ámbito. Compaginó los estudios con un trabajo nocturno en una fábrica de pan, donde rápidamente ascendió a supervisor. Poco después, se trasladó a una panadería, donde ejerció de encargado.
En su etapa de formación, destaca un hecho curioso: cuando en el Grado Superior de Cocina se trataban materias relacionadas con el pan, era él quien impartía las clases. Así de grande era su conocimiento y su pasión por este alimento tan sencillo y a la vez tan complejo.
Por si esto fuera poco, se ha formado en cada rincón de España para aprender de los mejores y conocer de primera mano la diversidad de los panes autóctonos del país. Un culoinquieto en busca constante de desafíos, de nuevos aprendizajes. Y ha valido la pena: hoy es el propietario de una panadería en Vigo y ganador del Campeonato Nacional de Panadería Artesana 2024.
¿El secreto de su éxito? Según Marín, está en la calidad de la harina y en la cuidada elaboración. Trabaja con harinas ecológicas de gran calidad, no utiliza fertilizantes y añade semillas y cereales tostados para obtener un producto con un alto aporte nutricional. Gracias a ello, obtuvo también el título de Mejor Pan Nutricional de España de la competencia The Baker.
Marín es consciente de los desafíos del sector: incremento de los precios de producción, costes laborales, condiciones laborales difíciles y retos para la conciliación. A pesar de ello, afirma no haber repercutido estos costes en el precio final de sus productos. Sigue apostando por la innovación y adaptarse a los gustos de los consumidores, algo vital para el futuro de la panadería. Sin duda, Diego Marín es un referente de ilusión, trabajo y superación.