La pesca sostenible con tecnologías innovadoras está cambiando la cara de la industria atunera es el mensaje central presentado durante el Día Mundial del Atún. Según expertos del sector y biólogos marinos, el uso de inteligencia artificial (IA) y boyas electrónicas ha demostrado ser clave para mantener la salud y la sostenibilidad de la especie atún.
La atención se ha centrado en la significativa importancia económica y social del atún, un producto que representa el 20% del valor mundial de la pesca. España se destaca a nivel global, ya que es líder en la pesca de atún en Europa y el segundo productor mundial de conservas, solo detrás de Ecuador, país con el que compite en términos de exportación.
La salud de la especie atún está en buen estado, con un 85% de las pesquerías de atunes gozando de «buena salud», según Miguel Herrera, gerente adjunto de Opagac y biólogo. Atribuye este éxito a la flota de atún, que es una de las más reguladas del mundo. Las capturas de atún son decididas por las Organizaciones Regionales de Pesca (ORP), cuya composición consta de representantes gubernamentales. Del total mundial de atún, cuatro de las cinco ORP afectan las existencias controladas por la flota española.
Pero este éxito no se detiene en la regulación. El sector ha avanzado considerablemente con la adopción de tecnologías innovadoras, haciendo la transición desde la pesca con prismáticos hasta la integración de la inteligencia artificial. Isadora Moniz, Directora de Proyectos de Opagac, y Kathryn Gavira, Directora de Ciencia y Sostenibilidad de Satlink, ambas biólogas, destacan que el futuro de la pesca atunera radica en una gestión «más inteligente».
Un ejemplo de esta gestión inteligente es el uso de boyas inteligentes o electrónicas. Estas se instalan en el mar y ayudan a la flota a localizar los lugares de abundancia de atún, permitiendo una pesca más eficiente y el ahorro de combustible.
Las tecnologías electrónicas y de IA han transformado la tradicional «información de los padres y de los abuelos» y el uso de los prismáticos para detectar bancos de peces en una estrategia basada en datos. La flota española también ha impulsado iniciativas centradas en la sostenibilidad, como la fabricación de objetos biodegradables para atraer a los peces, la observación a bordo por científicos, e innovadoras cámaras de vídeo, además de crear un sello ambiental que acredita el buen trato a las tripulaciones.
