La eficiencia en el uso del agua en la agricultura está dando pasos agigantados gracias al dispositivo Cordova-ET, una invención conjunta de expertos del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC) y la Universidad de Córdoba (UCO). Esta herramienta, a la vanguardia de la tecnología agrícola, ha sido diseñada para simplificar la medición de la evapotranspiración de agua en los cultivos, haciéndola además más económica. La revista ‘Frontiers in Agronomy’ ya se ha hecho eco de este logro, destacando sus características.
Claves del Cordova-ET:
- Economía y accesibilidad: A diferencia de otros dispositivos que suelen tener sensores de alto precio, el Cordova-ET opta por sensores comerciales estándar de bajo costo, facilitando su adquisición. Esta característica democratiza el acceso a la medición de la evapotranspiración para agricultores, investigadores y profesionales a escala global.
- Precisión y usabilidad: Equipado con sensores que registran las condiciones meteorológicas y la temperatura del cultivo, el dispositivo garantiza cálculos precisos de evapotranspiración. Además, su diseño intuitivo permite que personas con variados niveles de experiencia puedan emplearlo sin complicaciones.
- Tecnología de punta: Integra la tecnología IoT, permitiendo el envío inalámbrico y en tiempo real de los datos recopilados. Esto posibilita la instalación de múltiples unidades en una misma finca, proporcionando mediciones diferenciadas según zonas de interés.
- Código abierto: En un gesto altruista, el equipo de investigación ha decidido compartir tanto el hardware como el software agrícola del dispositivo en formato de código abierto. Este paso fomenta la adopción y adaptación del Cordova-ET por parte de la comunidad, potenciando la gestión hídrica agrícola en diversos entornos.
Este innovador instrumento ha sido desarrollado en el marco de un proyecto respaldado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Agencia Sueca de Ayuda al Desarrollo. Actualmente, el Cordova-ET ya está operativo en ocho naciones del Norte de África y Oriente Próximo, mostrando su potencial para optimizar la eficiencia del agua de riego, aumentando la producción por gota y contribuyendo a una gestión hídrica más sostenible en el sector agrícola.