Los alimentos y bebidas de la Unión Europea (UE) enfrentarán un aumento significativo en los aranceles de entrada a Estados Unidos. Esta medida ha sido anunciada por el presidente estadounidense, Donald Trump, en lo que él mismo ha calificado como el «Día de la Liberación». Con este nuevo incremento, los aranceles se establecerán en un 20%, un cambio notable respecto a las tasas que se aplicaban hasta ahora.
Impacto en productos lácteos
El sector lácteo se verá especialmente afectado por esta nueva política. Hasta antes del 3 de abril, los quesos europeos estaban gravados con un arancel que oscilaba entre el 10% y el 16%, dependiendo del tipo, y se aplicaban contingentes arancelarios (TRQ o tarifa de contingente) para variedades específicas. Lo que es más, la mantequilla se enfrentaba a aranceles de más del 100% si los envíos superaban las cuotas estipuladas, lo que podría causar un contratiempo considerable para los exportadores europeos.
Afectaciones en el sector de bebidas
Las bebidas alcohólicas también estarán bajo el efecto de este aumento arancelario. Hasta el 3 de abril, el vino tenía una carga impositiva general del 4,3%, y los vinos espumosos enfrentaban tarifas más elevadas. Por otro lado, las bebidas espirituosas como el coñac y el whisky escocés ingresaban a EE.UU. sin aranceles gracias a un acuerdo previo entre ambas partes, aunque seguían sujeta a una lista de aranceles históricos.
El impacto en las carnes europeas
La exportación de carne de vacuno de la UE entra a un marco complejo, marcado por cuotas y aranceles que van del 26% al 40%. En contraste, la entrada de carne de porcino de la UE se gravaba con tasas mucho más bajas, entre el 0% y el 6,49%, aunque también existían cuotas para cortes específicos. Estos cambios no solo afectarán a los exportadores, sino que también podrían influir en los precios en el mercado estadounidense.
Frutas y hortalizas: un panorama incierto
Los enviados de frutas frescas, como manzanas, peras y cítricos, experimentarán tasas impositivas de entre el 0% y el 20%, dependiendo del tipo de producto y la estacionalidad. Las hortalizas procesadas, tales como las latas de tomate y aceitunas, verán aranceles que oscilan entre el 5% y el 15%. Este aumento arancelario podría afectar la disponibilidad y el costo de estos productos en el mercado estadounidense.
El caso del trigo y el aceite de oliva
El trigo proveniente de la UE, en su mayoría, estaba exento de aranceles, gracias a los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Sin embargo, el arroz se enfrenta a una presión arancelaria superior al 13%, lo que pone en aprietos a los productores y exportadores. Entre los productos más destacados se encuentra el aceite de oliva, que es el principal agroalimentario que España exporta a EE.UU., disfrutaba de condiciones menores hasta el momento, aunque las disputas arancelarias han afectado a algunos proveedores europeos en ocasiones.
Productos procesados y sus tarifas
En el ámbito de los productos procesados, el chocolate elaborado en la UE tiene una tasa de entrada del 6%, mientras que la pasta alimenticia normalmente enfrenta un grave de 6,4%. Con la nueva estructura arancelaria, es fundamental que los exportadores europeos evalúen sus estrategias comerciales para mitigar el impacto de estos cambios.
Cada aumento en los aranceles trae consigo una serie de desafíos y oportunidades en las relaciones comerciales entre la UE y EE.UU. ¿Cómo se adaptarán estos sectores para sobrevivir en este nuevo panorama? Y más importante aún, ¿cómo afectará esto a los consumidores en ambos lados del Atlántico? El tiempo dirá cómo responderán los mercados, pero una cosa es clara: el comercio agroalimentario enfrenta tiempos complicados y así lo seguirá haciendo.








