El sector del vino en España experimenta un cierre optimista para el año 2024, con un aumento del 2,5 % en el consumo nacional. Este crecimiento ha llevado el volumen total a 9.874 millares de hectolitros, gracias, en parte, a un notable repunte registrado en diciembre, como revela el último informe de la Organización Interprofesional del Vino de España. Estos datos indican que el consumo de vino nacional es ahora el más elevado desde octubre de 2022, lo que destaca una recuperación en el mercado vinícola.
Producción y existencias en aumento
La producción de vino y mosto en los primeros cinco meses de la campaña 2024/2025 también muestra una tendencia positiva; se ha registrado un incremento del 15 %, alcanzando los 36,7 millones de hectolitros en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este aumento en la producción seguramente contribuirá a satisfacer la creciente demanda del consumo nacional.
En cuanto a las existencias, los últimos datos del Sistema de Información Vitivinícola (Infovi) indican que las cantidades finales de vino y mosto en manos de los productores suman 1.000 hectolitros, mientras que los almacenistas mantienen 53 millones de hectolitros. Sin embargo, esta cantidad representa un 1 % menos que al finalizar 2023. Dentro de estas existencias, 47 millones corresponden a vino, y 6 millones a mosto sin concentrar, lo que sugiere un ligero ajuste en el inventario general a medida que se avanza hacia el nuevo año.
Desafíos en las exportaciones
A pesar de estos resultados alentadores en el consumo y la producción, las exportaciones de vino han enfrentado un descenso en los primeros meses de la campaña 2024/2025. España exportó 6 millones de hectolitros, registrado un 12 % menos en volumen. Mientras tanto, el valor exportado ha mostrado un leve aumento del 0,6 % hasta alcanzar 1.015,6 millones de euros. Los vinos envasados constituyen el 82,4 % del total en valor, mientras que el 55 % del volumen total de vino exportado proviene de productos a granel.
En detalle, las exportaciones de vinos envasados, que incluyen generosos, espumosos y tranquilos, aumentaron un 0,6 % en valor, pero disminuyeron un 3,2 % en volumen. En contraste, los vinos a granel experimentaron un crecimiento del 1,7 % en valor, aunque también mostraron una reducción en el volumen, lo que evidencia áreas que aún requieren atención para recuperar el terreno perdido.
Un panorama de importaciones en auge
Un dato interesante es que las importaciones de vino español han mostrado un crecimiento significativo del 100,5 % durante los primeros cuatro meses de la campaña 2024/2025, alcanzando los 374.800 hectolitros. El gasto total en importaciones también se ha incrementado, registrando un 7,7 % de aumento hasta 104,2 millones de euros, gracias a una notable caída del 46 % en el precio medio, que ahora se sitúa en 278 euros por hectolitro.
Esta notable alza en las importaciones puede interpretarse como una oportunidad para diversificar la oferta de vinos disponibles en el mercado nacional y satisfacer un consumo cada vez más variado.
Meses de mayor consumo y sus implicaciones
Particularmente, diciembre se destacó como el mes con el mayor avance en consumo, con un aumento del 15,5 %, seguido por abril con un 13,8 %. ¿Qué nos puede decir esto sobre las tendencias actuales en el consumo de vino? Estos aumentos sugieren una creciente apreciación por el vino en distintas ocasiones, lo que podría llevar a los productores a adaptar sus estrategias comerciales para capitalizar esta inclinación del consumidor.
Por otro lado, la producción continua de mosto y su utilización en diversas elaboraciónes, como el alcohol y el vinagre, también ha mostrado cifras interesantes. Durante los primeros cinco meses, se destinaron un total de 479.331 hectolitros a la producción de alcohol, lo que representa un 19,6 % menos, mientras que la elaboración de vinagre alcanzó los 11.896 hectolitros, un incremento del 2,1 %.
Analizando este conjunto de datos, nos queda claro que el sector vitivinícola español enfrenta tanto oportunidades como retos en el actual panorama global. Aunque el consumo ha aumentado, las variaciones en la exportación y la dinámica de importación nos invitan a seguir explorando las maneras en que el mercado puede adaptarse y evolucionar. Las cifras no solo son un reflejo del pasado, sino también una guía para el futuro del vino en nuestro país, invitando a la reflexión sobre las decisiones que marcarán su rumbo en los próximos años.








