El presidente estadounidense, icono de la formación de Santiago Abascal, ha hecho un anuncio que ha encendido las alarmas en el sector agrario español: el posible establecimiento de nuevos aranceles que podrían perjudicar gravemente a la agricultura en nuestro país. Durante su anterior mandato (2017-2021), Trump ya impuso un arancel adicional del 25 % a 113 productos españoles, y ahora, tras sus recientes declaraciones sobre el acero y el aluminio, se teme que este aumento pueda ampliarse a productos agroalimentarios.
El papel del PP en la defensa agraria
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha decidido centrar sus esfuerzos esta semana en el sector primario, buscando atraer al electorado agrario que se siente amenazado ante este contexto. Este movimiento se produce en un momento en que los partidos se encuentran en plena batalla por los votos, especialmente con Vox pisando fuerte en este ámbito. Feijóo tiene programada una visita a una empresa productora de cítricos en la Región de Murcia este martes, donde presentará propuestas de rebaja fiscal que buscan aliviar la presión económica sobre los agricultores.
A su vez, el jueves tiene una reunión agendada en Madrid con sindicatos agrarios y con el comisario europeo de Agricultura y Alimentación, Cristophe Hansen, ambos momentos clave para consolidar su apoyo en el sector.
Un sector expectante ante los aranceles de Trump
La incertidumbre sobre las decisiones que tomará Trump se cierne sobre el sector agrícola. Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un 60,4 % de los agricultores considera que la presidencia de Trump tendrá un impacto negativo en la economía española, mientras que un 84 % expresa su preocupación por las repercusiones que esta situación podría acarrear.
Es interesante notar que en las últimas elecciones generales, el PP consiguió un 30 % de apoyo de los agricultores, frente al 15 % que obtuvo Vox, lo que pone de relieve la competencia entre estos partidos por el voto agrario.
Reacciones y estrategias del gobierno español
Desde el lado del Gobierno, el presidente Pedro Sánchez ha hecho duras críticas hacia Abascal, acusándolo de servilismo hacia la administración estadounidense. En este sentido, ha instado al PP a desvincularse de Vox y a enfocarse en el bienestar del sector agrario español en vez de en las alianzas políticas.
Feijóo ha respondido a estas acusaciones afirmando que "de nada sirve a los agricultores el enfrentamiento del Gobierno de Pedro Sánchez con la administración norteamericana". Expresó su sorpresa por el alineamiento de Vox con Trump, sugiriendo que los partidos deben priorizar el interés de los ciudadanos sobre las tácticas electorales.
Propuestas para el sector agrario
La situación del sector agrario es delicada y requiere atención inmediata. Feijóo ha señalado que su partido seguirá apostando por el diálogo y el entendimiento, buscando soluciones que beneficien a los productores españoles frente a las políticas arancelarias y a la excesiva regulación impuesta por la Unión Europea. Entre sus propuestas, se destaca la intención de revisar la Política Agraria Común (PAC) y flexibilizar el calendario del Pacto Verde Europeo, lo que podría suponer un alivio para los agricultores.
Además, su partido aboga por la implementación de cláusulas espejo, que aseguren que los productos importados cumplan con las mismas exigencias que los producidos en Europa, protegiendo así a los agricultores locales de la competencia desleal.
El clima político y sus repercusiones en el campo
El clima político actual plantea importantes interrogantes sobre el futuro cercano del sector agrario. La presión ejercida por las diversas regulaciones y por la competencia de productores exteriores afecta la viabilidad de muchas explotaciones agrícolas en España. Vox, por su parte, está utilizando la situación actual para presionar a los presidentes autonómicos del PP, exigiendo una declaración en contra del Pacto Verde Europeo y el Pacto de Migración y Asilo de la UE.
Quizás nos encontramos en un punto crítico donde las decisiones políticas y los intereses del campo se entrelazan de manera irrevocable. El sector agrario español, que ha demostrado resiliencia y capacidad de adaptación, deberá navegar por estas aguas turbulentas mientras examina el camino por delante. La atención a sus necesidades y el análisis de las políticas que les afectan se presentan como factores clave que definirán su futuro y el de la economía nacional.








