La restauración en España se encuentra ante un 2024 que, aunque arrastra un balance general "positivo" en términos de facturación, enfrenta un desafío significativo: el absentismo laboral. Este fenómeno se presenta como una de las lacras más preocupantes del sector, con repercusiones directas sobre su economía. Según Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España, este problema se coloca en la cabeza de la lista de complicaciones que afectan a los bares y restaurantes.
Las tendencias de consumo
Durante el último año, hemos visto importantes cambios en las tendencias de consumo que han afectado al sector de la restauración. Uno de los principales cambios ha sido el desplazamiento de la temporada alta de verano, que tradicionalmente se centraba en los meses de julio y agosto, hacia septiembre y octubre. Las temperaturas más suaves que suelen caracterizar el inicio del otoño han incentivado este nuevo patrón de consumo.
Los restauradores han experimentado un verano "flojo", con un 75 % de ellos opinando que la temporada estival ha sido "igual o peor" en comparación con el verano de 2023. Este descontento se relaciona con las olas de calor y la capacidad de gasto de las familias, que han visto una ligera contracción. Estos cambios indican que los hábitos de los consumidores están evolucionando, lo que obliga al sector a adaptarse rápidamente para no perder competitividad.
Crecimiento a pesar de los retos
Pese a estas dificultades, el sector de la restauración ha demostrado una notable resiliencia. En los primeros diez meses de este año, la cifra de negocios ha crecido un 6,8 % de media, según cifras de los Indicadores de Actividad del Sector Servicios. Este aumento muestra que, aunque hay obstáculos importantes, la recuperación del sector sigue su curso, alimentada por factores como el consumo turístico y, en particular, el internacional.
Las buenas perspectivas están acompañadas de un incremento en el gasto de los españoles en el foodservice, que abarca la restauración comercial y otros canales menores, como el vending. Este año, se ha registrado un aumento del 2,4 % en el gasto en este sector, lo que refleja un enfoque más moderado de los consumidores en cuanto a sus visitas a restaurantes. En total, cada español realizó un promedio de 147 visitas, lo que supone dos menos que el año pasado.
El desafío del empleo
La falta de personal sigue siendo uno de los principales problemas que enfrenta la restauración. El secretario general de la patronal ha resaltado que, a pesar de las dificultades, el sector se encuentra a las puertas de alcanzar un récord en contratación. "Solo han faltado 30.000 trabajadores para llegar a los 2 millones", comenta Gallego con optimismo, señalando que se espera alcanzar esa cifra el próximo año.
En este contexto, la patronal ha evidenciado la necesidad de atraer personal de terceros países para aliviar la situación de falta de mano de obra. Este año, el 25 % de los empleados en el sector son extranjeros, lo que subraya la importancia de la diversidad en la fuerza laboral.
Polémicas y nuevas propuestas
El sector de la restauración ha lidiado con varias polémicas en el último año. Una de las discusiones más relevantes ha sido la que gira en torno al humo en las terrazas. Este debate regresó durante la primavera y fue recibido de forma negativa por los establecimientos, quienes defienden su modelo de negocio ante posibles restricciones.
No obstante, también han surgido propuestas desde dentro del sector que buscan mejorar la situación. La llegada de contingentes de trabajadores de otros países es una de las medidas que ha sido considerada para cubrir la falta de personal. Este enfoque podría ser esencial para asegurar que los bares y restaurantes puedan operar a plena capacidad y seguir ofreciendo un servicio de calidad.
En resumen, la industria de la restauración se enfrenta a un panorama donde los retos son evidentes, pero también hay aspectos positivos que apuntan hacia un crecimiento continuo. Al mirar hacia el futuro, se hace crucial que el sector adapte sus estrategias a las nuevas condiciones del mercado y las expectativas de los consumidores, sin perder de vista la importancia de gestionar adecuadamente el talento humano. La evolución de la restauración no solo dependerá de factores económicos, sino también de la capacidad de innovar y de responder a las necesidades cambiantes de la sociedad.