La producción de alimentos ecológicos en España se enfrenta a un futuro prometedor, pero necesita la intervención del Gobierno para alcanzar su máximo potencial. Las organizaciones Asobio y Ecovalia han presentado un decálogo con más de 20 medidas, enfatizando la urgencia de implementar un plan nacional que permita al sector triplicar sus ventas para 2030. Según sus cálculos, el mercado ecológico podría aumentar su facturación actual de 3.000 millones de euros a 10.000 millones en los próximos años.
Un sector sin estrategia nacional
España, a pesar de ser una de las economías más grandes de la Unión Europea (UE), se encuentra en una situación insólita: es el único país que no cuenta con una estrategia de alimentación ecológica. Las asociaciones han subrayado que la falta de una "hoja de ruta específica" limita el crecimiento del mercado ecológico, el cual se encuentra en constante competencia con otros países miembros de la UE. Al respecto, han señalado que tanto Alemania como Francia tienen cuotas de mercado por encima del 10 %, mientras que en España el porcentaje apenas alcanza el 3,5%.
Esta carencia estratégica ha llevado a la necesidad de un "Decálogo del sector de la producción, distribución y consumo ecológico", que pretende establecer directrices claras para el desarrollo del sector. Esta regulación eficaz, e incluso campañas de comunicación, son vitales para fomentar el consumo interno de productos ecológicos.
El potencial de España en el mercado ecológico
Con una red de más de 4.000 tiendas especializadas y un creciente interés por parte de la gran distribución y la venta online, España está bien posicionada para liderar el mercado de alimentos ecológicos en Europa. Se estima que el sector tiene la capacidad de absorber el crecimiento necesario y mejorar su penetración en el mercado, especialmente en categorías como bebidas vegetales, cereales, yogures y alimentación infantil.
Estas propuestas de crecimiento y consolidación se presentan en un contexto en el que España es el país europeo con mayor producción orgánica, destacando con casi tres millones de hectáreas y 58.500 productores certificados. Este éxito en superficie cultivada es una clara señal del potencial de la agricultura ecológica, esperando que cada vez más consumidores elijan estos productos.
Intervenciones necesarias para el crecimiento
El decálogo presentado también establece medidas concretas como la aplicación de un IVA reducido a los productos ecológicos, algo que podría ayudar a bajar el precio final y fomentar el consumo. Sumado a esto, se sugieren incentivos fiscales para los puntos de venta que ofrezcan más productos ecológicos, facilitando así su visibilidad en los lineales de grandes superficies y su atractivo en tiendas especializadas.
Además, se contempla la necesidad de fortalecer el reconocimiento de la Eurohoja, el logo que identifica a los productos ecológicos, para combatir el greenwashing que ha proliferado en el mercado actual. Esto es esencial para que los consumidores puedan distinguir entre productos auténticamente ecológicos y aquellos que simplemente se benefician de una imagen verde.
Generación de empleo y sostenibilidad
Un dato importante que han destacado las asociaciones es que el 87 % del empleo en este sector se genera en municipios pequeños de menos de 50.000 habitantes. Esto no solo contribuye a la economía local, sino que también es crucial para la fijación de población en áreas rurales. La propuesta busca no solo fomentar el desarrollo económico, sino también reducir la huella de carbono del sector agroalimentario hasta un 60%, y promover una alimentación sostenible en el mercado.
Esto se alinea con los objetivos más amplios de contribuir a la descarbonización y cumplir los mandatos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030. Al abordar tanto la sostenibilidad como el crecimiento económico, el sector ecológico puede jugar un rol clave en la transición hacia un modelo más responsable y consciente.
La reflexion sobre el desarrollo de un sector que tiene tanto potencial para el futuro de la alimentación en España invita a cuestionarse qué pasos se están tomando y cuáles son las prioridades para asegurar que el crecimiento sea sostenible y equitativo. ¿Estamos listos para apostar de verdad por una alimentación ecológica y responsable?








