Las tensiones comerciales entre España y Estados Unidos han aumentado recientemente, levantando una ola de preocupación entre las empresas agroalimentarias españolas. Este nuevo escenario plantea la posibilidad de aranceles que podrían impactar directamente en varios sectores clave, como el del aceite de oliva, el vino y la carne.
Posibles aranceles y su impacto en el agroalimentario
La amenaza que ha lanzado el presidente de EE. UU., Donald Trump, sobre la imposición de aranceles a España ha generado serias inquietudes. La carga principal podría recaer sobre el aceite de oliva, un sector que ya ha mostrado su vulnerabilidad ante decisiones similares en el pasado. Se estima que 113.416 toneladas de aceite de oliva, valoradas en 1.013 millones de euros, fueron exportadas a EE. UU. en 2024, lo que representa un notable aumento del 58% en comparación con los 640 millones de euros de 2023. Este aumento no solo refleja la importancia del aceite en la balanza comercial, sino también la atención que debe prestarse a su estabilidad.
Reacciones del sector cárnico y del vino
El director general de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), Giuseppe Aloisio, ha manifestado que un tono más sereno en las declaraciones podría ser beneficioso. Aloisio advierte que las declaraciones del presidente de EE. UU. son parte de su estrategia de comunicación, y la comunidad debería esperar las conclusiones de las negociaciones en curso entre EE. UU. y la Unión Europea. No obstante, se hace eco de que si se aplicaran aranceles, el costo para el sector cárnico español podría superar los 100 millones de euros en exportaciones, perjudicando así a toda la industria agroalimentaria.
Por su parte, la inteprofesional del vino de España asegura que es “demasiado pronto” para hacer valoraciones, optando por mantenerse al margen de las polémicas políticas. Este enfoque refleja su interés en una relación comercial preferencial entre dos aliados históricos, destacando la necesidad de un comercio en un marco de respeto mutuo.
El escenario actual de las exportaciones
La balanza comercial entre España y EE. UU. pinta un cuadro complicado: en 2024, las exportaciones alcanzaron 18.179,1 millones de euros, un descenso del 3,8% respecto al año anterior. En contraposición, las importaciones fueron de 28.192,6 millones de euros, con una reducción del 0,3%. Estos números revelan un déficit comercial de 10.013,5 millones de euros que podría agravar la situación del sector agroalimentario español si se implementan aranceles.
Además, es relevante mencionar que, a pesar de la tendencia a la baja en las exportaciones totales, el vino español ha registrado un aumento en su venta, pasando de 313 millones a 335 millones de euros. Esta industria, aunque también susceptible a aranceles, presenta una oportunidad valiosa en medio de las incertidumbres.
Complejidades del contexto agroalimentario
La situación económica entre España y EE. UU. no solo se limita al aceite y el vino, ya que otros productos agroalimentarios también corren el riesgo de verse afectados. La posibilidad de que se impongan aranceles específicos a productos variados, como aceitunas, combustibles y medicamentos, añade otra capa de complejidad a un panorama ya desafiante.
Sánchez de Puerta, presidente de la sección de aceite de Cooperativas Agroalimentarias, ha expresado su miedo ante la eventualidad de que España no pueda sostener su presencia en el mercado estadounidense si se concretan estas amenazas de Trump. "Nos parece tremendamente grave. Nos da pánico y, desde luego, si se cumple, nos saca completamente del mercado", concluye.
Ahora, ¿será posible que esta tensión comercial se resuelva de manera que beneficie a ambas partes? El futuro del sector agroalimentario español podría depender de la habilidad de sus representantes para gestionar este delicado diálogo transatlántico. Es un momento crucial que invita a la reflexión sobre la interconexión y la vulnerabilidad de las economías globales en el mundo actual.








