En España, la producción de girasol alcanza aproximadamente un millón de toneladas anualmente. Sin embargo, esta cifra es insuficiente para satisfacer la demanda interna, que asciende a cerca del doble. Como resultado, el país se ve obligado a importar girasol y unas 500.000 toneladas de aceite de girasol ya transformado, según expertos del sector.
Los principales actores del mercado
Durante la XV edición de la ‘Andalusian Commodity Exchange’, un evento clave en la industria agrícola que se celebra anualmente en Sevilla, se han reunido más de 700 profesionales de más de 30 países. Este congreso ha sido el escenario ideal para que directivos, exportadores, importadores y representantes de la agroindustria intercambien experiencias y den a conocer las tendencias del mercado. Pedro Villa, gerente de Northstar Brokerage y organizador del evento, destacó la diversidad de actores que impulsan la economía agrícola europea.
Ucrania se perfila como uno de los mayores proveedores de aceite de girasol para España, aunque también llegan importaciones de Moldavia, Rumanía, Bulgaria y Francia, así como desde Argentina. Este panorama reveló la importancia de diversificar las fuentes de abastecimiento para asegurar la estabilidad del mercado y, al mismo tiempo, preocupa a los operantes del sector por la incertidumbre económica generada por factores externos.
Impacto de los aranceles estadounidenses
Villa apuntó que la incertidumbre en el sector agrícola se ha intensificado debido a los actuales aranceles impuestos por el Gobierno de Estados Unidos. «Estas medidas están distorsionando las relaciones comerciales y alterando el equilibrio que existía anteriormente», aseguró. Esta situación ha generado variaciones en el tipo de cambio entre el dólar y el euro, así como un impacto en los precios del petróleo, que a su vez afecta directamente al costo de los cereales y aceites, productos que son sustitutivos entre sí.
Ante este escenario, es crucial que el sector agrícola esté continuamente informado sobre las condiciones del mercado y las decisiones políticas que puedan influir en el comercio internacional. «Debemos prestar atención a lo que pueda suceder en las próximas semanas y meses. Estar informados es nuestra mejor herramienta», concluyó Villa.
La vigilancia del mercado de cereales
El CEO de RAYA Grains Commodities & Investment, Ciro Costa, también subrayó la importancia de seguir de cerca la dinámica de la oferta y la demanda de cereales, especialmente en Canadá e Italia, que actualmente lideran el mercado global. Expresó que es vital mantenerse alerta ante cualquier cambio en la política del TMO (Oficina de Productos Agrícolas) de Turquía y cómo estos influyen en las decisiones de cultivo de los agricultores en Estados Unidos y en otros países.
Además, Costa resaltó la necesidad de observar el desarrollo de los cultivos en el Mediterráneo. Países como España, Grecia y Túnez están presentando condiciones más favorables de lo esperado, lo que podría tener un efecto positivo en la producción de cereales y aceites en la región.
El futuro del cultivo de colza y girasol
Filippo Bertuzzi, analista sénior de Areté, también enfatizó la relevancia de monitorizar las guerras comerciales que tienen lugar en la actualidad. Según su perspectiva, estos factores pueden influir significativamente en las decisiones de cultivos de los agricultores: «Un aumento en la producción de colza y girasol es crucial para que los precios se estabilicen en niveles previos». Esta producción dependerá en gran medida de factores climáticos y de las dinámicas del comercio global.
El crecimiento en la producción agrícola no solo es vital para la economía, sino que también tiene un impacto directo en los precios de productos básicos, afectando así a consumidores y productores por igual. Con el contexto actual de incertidumbre, estar bien informados sobre las tendencias del mercado se presenta como un aspecto esencial para la resiliencia del sector agrícola.
Las perspectivas son inciertas, pero una cosa queda clara: el sector agrícola debe adaptarse y evolucionar ante los cambios constantes. ¿Está preparado para enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades que el futuro le depara? La clave está en mantenerse informado y actuar de manera proactiva en este dinámico entorno económico.








