El ministro español de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, lanzó un mensaje contundente tras reunirse con el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, en Bruselas. En un contexto de creciente tensión comercial por los nuevos aranceles que Estados Unidos planea imponer a sus socios, Cuerpo no descartó la posibilidad de que la Unión Europea (UE) responda utilizando su legislación sobre coerción económica.
Respuesta a la coerción económica
Cuerpo indicó que "la Comisión Europea tiene las herramientas necesarias como para poder empezar a encauzar esas negociaciones y defender a sus industrias y a sus empresas". A partir de aquí, el instrumento anticoerción se presenta como una de las herramientas esenciales a considerar. "A priori, yo no descartaría el uso de ningún instrumento", subrayó en declaraciones a la prensa.
Según el ministro, esta legislación protege a la UE de presiones externas que busquen influir en decisiones políticas o comerciales. "La regulación define que hay coerción económica cuando un país tercero trata de presionar a la UE o a uno de sus países miembros", explicó. Este mecanismo busca entablar un diálogo con el país en cuestión, y si no se llega a un acuerdo, la UE podría implementar contramedidas o incluso exigir reparaciones.
Posibilidad de medidas más allá de los aranceles
Cuerpo también manifestó que la respuesta de la UE podría ir más allá de los aranceles impuestos a productos estadounidenses. "No se trata solo de imponer aranceles, podría haber otros mecanismos de defensa comercial en vigor desde finales de 2023", advirtió. Su enfoque sugiere una estrategia más amplia y deliberativa ante las amenazas comerciales.
El mensaje no solo es defensivo, sino que también es un llamado a la colaboración internacional. "Estamos aún al principio y es fundamental seguir mandando un mensaje de apertura a la negociación", resaltó. La escalada de tensiones proteccionistas, enfatizó, no beneficia a ninguna de las partes involucradas.
Preparación para la negociación
El ministro resaltó que se está ultimando una lista de productos estadounidenses a los que la UE podría imponer aranceles como respuesta a los gravámenes de Estados Unidos. "En los próximos días, habrá una lista preliminar que se discutirá en el Consejo de Comercio el 7 de abril”, anunció. Este proceso es esencial para la estrategia de respuesta que adopte la UE.
"Tranquilidad y confianza", fueron las palabras que empleó Cuerpo al dirigirse tanto a los ciudadanos como a las empresas que pueden verse afectadas por las nuevas medidas. La preparación para defender a la industria española y a los sectores vulnerables es una prioridad, aseguró el ministro, quien insistió en que la UE debe actuar de manera unida. Esta unidad será clave para enfrentar los desafíos derivados de las decisiones estadounidenses.
Un enfoque estratégico hacia la resolución
Cuerpo enfatizó que "sabemos de sobra que una escalada de medidas proteccionistas sería perjudicial para ambos lados del Atlántico". Planteó la necesidad de llegar a un acuerdo que pueda beneficiar tanto a las empresas europeas como a las estadounidenses, especialmente en industrias clave como la del automóvil y la farmacéutica.
En cuanto a la reciente notificación del Gobierno de Donald Trump a los socios de la petrolera estatal venezolana PDVSA, entre ellos Repsol, sobre la cancelación de permisos de exportación de crudo y derivados, Cuerpo manifestó que han estado en contacto constante con la empresa. "Estamos intentando acompañarles y ayudarles en el diálogo que mantienen con la Administración americana", comentó, subrayando la importancia de la cooperación internacional en el comercio.
El camino hacia adelante
Cuerpo también pidió prudencia, recordando que aún no han sido reveladas las medidas que Estados Unidos anunciará el miércoles. "Vamos a esperar a ver cuál es la reacción de EE. UU. y, en función de eso, reaccionaremos", afirmó el ministro. Su objetivo es transmitir un mensaje de firmeza y disposición para actuar de manera ágil y proporcional ante cualquier medida injusta.
El futuro de las relaciones comerciales entre la UE y Estados Unidos está en juego y las decisiones que se tomen en los próximos días serán cruciales. ¿Está la UE preparada para esta nueva fase? Las siguientes semanas serán determinantes, no solo para las economías afectadas, sino también para la estabilidad del comercio global. Los ojos del mundo están puestos en estas negociaciones, y es un momento decisivo para revaluar cómo abordamos las tensiones económicas internacionales.








