Según las cifras presentadas en la última edición del Observatorio de Productos Frescos de Aldi en España, el gasto de los españoles en productos frescos ha aumentado notoriamente, pasando de 1.901 euros en 2022 a 2.044 euros en 2023, representando un salto del 7,51%. Dicho estudio se lleva a cabo anualmente con el objetivo de destacar las tendencias de consumo nacionales y las preferencias de los consumidores, y ha revelado que estos productos constituyeron el pasado año el 43% del gasto anual en alimentación de las familias españolas.
Los datos adicionales muestran que las frutas y verduras lideran la lista de productos frescos con mayor presencia en las cestas de la compra, ocupando un 63% y un gasto del 35% del total. Del total de gasto que ya supera los 2.000 euros, 726 euros corresponden a frutas, verduras y hortalizas frescas, seguidas por carnes frescas con 557 euros, productos de charcutería con 312 euros y pescado y marisco fresco con 291 euros.
Además, el informe señala un incremento en la venta de productos frescos durante el 2023, donde la compañía vendió un 6% más en comparación con años anteriores. Este valor representa un incremento del 40% en la venta de estos productos en los últimos cuatro años, incremento que en Aldi se ha atribuido al esfuerzo por ofrecer mejores precios al consumidor final.
Por otra parte, las tendencias de consumo de los españoles continúan evolucionando, poniendo el foco en la proximidad y sostenibilidad de los productos. El crecimiento de la presencia de productos frescos en las cestas de la compra es un claro reflejo de ello. El informe destaca que el consumidor español se ha vuelto más exigente, y muestra la importancia de factores como los efectos del cambio climático en sus decisiones de compra.
Finalmente, en un esfuerzo por reducir el desperdicio de alimentos, Aldi ha implementado medidas como descuentos para productos próximos a su fecha de caducidad y una aplicación que ofrece recetas a los consumidores basadas en los productos que tienen en sus frigoríficos. Todo esto contribuye a una cultura de consumo responsable y ecológica, que parece estar ganando terreno entre los consumidores españoles.
