En la industria cervecera, el bagazo, es un residuo fibroso generado en grandes cantidades -hasta 23 kilos por cada hectolitro de cerveza-, y se ha vuelto una materia prima valiosa debido a su alto contenido nutritivo. En España, se calcula que se generan alrededor de 600.000 toneladas de bagazo anualmente.
El bagazo, que hasta el momento es aprovechado para la elaboración de piensos para alimentación animal -en particular para consumo vacuno- debido a que es un alimento rico en proteínas, lípidos y celulosa, está generando interés para su incorporación en la alimentación humana. En 2022, los fabricantes de piensos utilizaron hasta 573.699 toneladas de bagazo, que representó el 1,5 % del total de materias primas empleadas.
En países como Países Bajos o Dinamarca ya es aprovechado para la elaboración de productos como panes de hamburguesa, galletas o granolas. En España, la cervecera Grupo Ágora colabora con la empresa de panadería Panishop para incluir bagazo en la elaboración de un tipo concreto de pan.
Grandes cerveceras como Mahou-San Miguel han puesto en marcha proyectos de I+D+i que buscan profundizar en esta vía de valorización del bagazo. Así, Mahou-San Miguel ha conseguido extraer del bagazo una harina con alto contenido en proteína y fibra aplicable en la matriz alimentaria de muchos productos. Este hallazgo se ha materializado, en colaboración con la startup Gloop, en removedores de café nutritivos y comestibles que ya se encuentran disponibles en hostelería.
Hijos de Rivera ha iniciado una colaboración con la plataforma de innovación Blendhub, ubicada en Murcia, para crear productos alimentarios basados en bagazo como nuevas bebidas y snacks. Esta alianza ha lanzado el programa «ImpacTaste», que reta a estudiantes universitarios y doctorandos a desarrollar modelos de negocio innovadores en torno a recetas y productos saludables elaborados con bagazo.
Esto demuestra el compromiso sostenible de la industria cervecera española, ya que actualmente valoriza casi el 99,2% del material secundario que generan. Esta innovación en valorización de residuos supone un avance en la economía circular, aprovechando recursos y beneficiando la salud humana. Esto es sin duda, una evolución en la concienciación medioambiental reinante en la industria cervecera en España.
