La comunidad autónoma de Extremadura, en un intento audaz de aliviar los estragos causados por la sequía en su sector agropecuario, ha dado luz verde a un paquete de medidas de emergencia con una financiación superior a los 37 millones de euros. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, detalló en rueda de prensa este conjunto de medidas, aprobadas en el Consejo de Gobierno y que se harán efectivas tras su publicación y convalidación en la Asamblea de Extremadura.
El paquete de ayudas, con una dotación total de 37,2 millones de euros, incluye un amplio abanico de acciones destinadas a mitigar los efectos de la sequía en la agricultura y la ganadería. Las medidas se concentran en el fomento de la contratación de seguros agrarios, la bonificación de tasas, y la concesión de préstamos a agricultores y ganaderos, con un coste estimado de 21 millones de euros para esta última acción.
Entre las acciones concretas, se destinarán 10 millones de euros a los titulares de explotaciones agrarias con recintos declarados y validados de productos de cereales de invierno, con el objetivo de compensar las pérdidas sufridas. Además, las explotaciones ganaderas extensivas de porcino ibérico y de equino recibirán 1,5 millones de euros, dos sectores «clave» en la economía regional.
Otro pilar de las medidas es la bonificación total de las tasas por prestación de servicios veterinarios de la Consejería de Agricultura para los años 2023 y 2024. Se incrementará en 2 millones de euros el presupuesto destinado al fomento de la contratación de seguros agrarios, garantizando así la renta y la viabilidad de las explotaciones.
La Junta de Extremadura, por último, aportará 21 millones de euros para una línea de financiación de préstamos destinados a ayudar a los agricultores y ganaderos a cubrir los gastos ordinarios de las explotaciones. Fernández Vara reconoció que las medidas se diseñaron «con la foto que tenemos hoy», pero si la sequía persiste, se tomarán nuevas medidas.
Las ayudas aprobadas por Extremadura se suman a las medidas ya tomadas por el Gobierno de España, que destinó 120 millones de euros a la región para combatir las consecuencias de las altas temperaturas y la falta de precipitaciones. Extremadura está viviendo una situación muy compleja, y la sequía es un problema que requiere una acción rápida y coordinada. Las medidas adoptadas son un paso en la dirección correcta para ayudar a aquellos que dependen de la agricultura y la ganadería para su subsistencia.
