El gremio de la hostelería en España, según las declaraciones del presidente de la patronal Hostelería de España, José Luis Yzuel, tuvo un importante descenso en sus ventas durante la Semana Santa debido a las adversas condiciones meteorológicas. Prevaleció un comportamiento de lluvia, viento y hasta copiosas nevadas, que ahogaron cualquier esperanza de que los bares, restaurantes y otros establecimientos pudieran cumplir sus previsiones de ingresos.
Dentro de los establecimientos más afectados, Yzuel destacó a la restauración, las terrazas y los negocios más pequeños, como los que, de modo más significativo, han resentido este fenómeno. La Semana Santa, que suele ser un periodo de gran actividad para el sector, se vio azotada por un inicio de temporada «muy condicionado» por las inclemencias meteorológicas.
Por otro lado, Yzuel no proporcionó una cifra exacta de la caída de facturación, aludiendo a que es «muy variable por territorio» y depende del tipo de establecimiento. No obstante, se pudo constatar que las consecuencias de un tiempo tan adverso fueron muy significativas. En regiones particularmente turísticas, como las islas Baleares, Semana Santa marca el comienzo de la temporada. Esta disminución notable de ventas ha llevado a algunos empresarios a tener que inyectar dinero de sus bolsillos para mantenerse a flote.
En contraposición, la Semana Santa tuvo un efecto positivo en el sector del turismo por las perspectivas de agua para el verano. El hecho de que haya habido lluvias copiosas significa que «los embalses estarán mejor, y habrá menos problemas con la sequía», algo «especialmente importante para un sector tan dependiente del turismo«, resalta Yzuel.