El tabaquismo pasivo es una problemática recurrente en España. Un estudio preliminar del cuarto ‘Estudio de tabaquismo pasivo en España’ de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) sugiere que el 45% de los españoles no fumadores está expuesto al tabaquismo pasivo en terrazas, además de otros espacios.
El estudio se basa en 3.000 entrevistas telefónicas destinadas a comprender la prevalencia del tabaquismo pasivo en hogares, lugares de estudio, trabajo y ocio. Los datos indican que el 12,5% de los españoles no fumadores está expuesto al tabaquismo pasivo en lugares de ocio cerrados donde podría haber niños, a pesar de las prohibiciones legales existentes.
En cuanto a los hogares, el tabaquismo pasivo ha aumentado de manera significativa en los últimos 13 años hasta 21 puntos, del 8 al 19%, señala el estudio. El 56% de los fumadores de cigarrillos y el 60% de adictos a nuevos dispositivos fuma en casa, lo que provoca una exposición al tabaquismo pasivo en el 19% de los hogares españoles.
En los centros de trabajo, el 7% de los no fumadores está expuesto al humo del tabaco en las empresas, siendo la hostelería el sector con la exposición más alta. En este sentido, los empleados no fumadores de la hostelería presentan una exposición siete veces mayor que los empleados de otros sectores.
El estudio también alerta sobre el tabaquismo pasivo en el embarazo, que duplica el riesgo de mortalidad infantil durante el embarazo o en el primer año de vida. En España, cerca de 63.000 ciudadanos mueren cada año debido al tabaco y 1.000 por exposición al tabaquismo pasivo.
Estos resultados surge en el marco de un creciente descontento ante la exposición al tabaquismo pasivo. Según el estudio, el 73% de los encuestados se siente molesto con el humo del tabaco en ambientes ajenos y el 66% estaría a favor de incrementar las restricciones. Sin embargo, solo el 10% ha presentado quejas por estar expuesto al humo y un reducido 5% ha recibido ayuda o información médica para evitar este humo.
Estos datos ponen de manifiesto la necesidad de un abordaje más riguroso del tabaquismo pasivo en España, apuntando a una necesidad de políticas de prevención y control más efectivas en el futuro.