El gasto de los españoles en la cesta de la compra aumentó un 3,1 % en enero en comparación con el mismo período del año anterior, mientras que el precio promedio subió un 3,3 %, de acuerdo a los datos más recientes de la consultora NIQ. Este aumento en la inversión en alimentos coincide con un contexto inflacionista, donde se suma una ligera caída del 0,2 % en la demanda.
Pese a ser una variación comparativamente pequeña, estos datos revelan cambios notables en los hábitos de consumo. De hecho, por primera vez, alimentos y productos de droguería/perfumería compartieron igual incremento de gasto (3,2 %), siendo superados por las bebidas con un 2,7 %. Lo que ha llevado a estos cambios ha sido el incremento en el precio promedio: subió un 3,6 % en alimentación, un 1,9 % en bebidas y un 4,1 % en droguería perfumería.
A nivel de ventas por canales, también ha habido cambios significativos. En este sentido, las ventas online lideraron el mes de enero con un incremento de las ventas en valor de un 10,0 %, una cifra mucho mayor que el 4,6 % registrado en los supermercados grandes, el 2,8 % en los medianos o el 1,9 % en los pequeños. Este ascenso de las compras online contrasta con la caída del 4,6 % en los hipermercados.
En cuanto a los productos con las mayores y menores subidas de precio, el aceite lidera con un alza del 26,2 %, seguido por los zumos con un incremento del 13,6 %. Por el lado inverso, destaca la bajada de precio en los lácteos: el queso rallado descendió un 7,4 %, la mantequilla un 6,3%, el queso de bola, un 6,0 % menos; y los quesos blancos pasteurizados un 5,9 % menos.
Una última observación clave es la ya mencionada tendencia hacia las compras en línea. Esta puede estar siendo impulsada por el constante convivir con la presión inflacionista, según señala Patricia Daimiel, directora general de NIQ para Iberia, lo cual se traduce en cambios en la demanda. Es probable que los consumidores continúen ajustando sus hábitos de compra a medida que los precios fluctúan. Aún así, los datos indican que la situación es relativamente estable, sin cambios radicales en las preferencias de los consumidores en términos de productos o canales de compra.