La devastadora tormenta de pedrisco que azotó las comarcas de Lleida el pasado 19 de abril ha dejado graves secuelas en el sector agrícola. Con daños ya proyectados en 8.000 hectáreas, la situación se presenta crítica para muchos productores. La Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) estima que las indemnizaciones que tendrán que pagar ascienden a 25 millones de euros.
Impacto de la tormenta en los cultivos
Los cultivos afectados se centran principalmente en los frutales de hueso y pepita. Variedades como pera, nectarina, paraguayo, melocotón y manzana fueron impactadas en un momento crítico: justo tras la fase de floración y en medio de su crecimiento. Muchos de estos cultivos estaban a la espera de las labores de aclareo, lo que ha intensificado el daño.
Además de los frutales, los cultivos de cereales de invierno, cerezos, almendros y colza también sufrieron pérdidas significativas. Este fenómeno no solo representa una pérdida económica, sino que afecta también la seguridad alimentaria de la región. ¿Cómo afectará esto a los mercados locales y nacionales?
Evaluación y procesos de indemnización
El comunicado de Agroseguro resalta que la evaluación de daños se está llevando a cabo con la mayor rapidez posible para garantizar que los productores asegurados reciban sus indemnizaciones sin demoras. Este proceso se vuelve crucial en momentos de crisis, donde cada día cuenta para los agricultores afectados.
Para las explotaciones que presentaron daños parciales, se seguirá el procedimento habitual. Esto incluye un seguimiento minucioso de la evolución del cultivo durante el resto de la campaña. ¿Cómo se verán afectadas estas decisiones a largo plazo?
Recorrido del pedrisco en Lleida
La tormenta comenzó a formarse en el suroeste de la comarca del Segrià, extendiéndose a lo largo de una franja que abarcó múltiples municipios de esta comarca, así como de Noguera, Pla d’Urgell, Urgell y Segarra. Este recorrido ha sido clave en la distribución de los daños, dejando a muchos agricultores en estado de alerta.
La granizaron, que alcanzó tamaños de entre uno y dos centímetros, ha causado estragos considerables. Para muchos, el impacto ha sido tal que podrían perder hasta el 100% de la producción en sus explotaciones.
Reflexión sobre la resiliencia agrícola
La situación actual plantea importantes interrogantes sobre la resiliencia del sector agrícola en Lleida. Los recientes acontecimientos han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los cultivos ante fenómenos climáticos extremos. A medida que se llevan a cabo los procesos de evaluación y consenso, es imperativo que los agricultores y las entidades aseguradoras trabajen en conjunto para abordar estos desafíos.
Las comunidades agrarias deben preguntarse cómo pueden prepararse mejor para enfrentar la adversidad, no solo con seguros, sino también a través de prácticas agrícolas más sostenibles y modelos de negocio innovadores. ¿Están los agricultores listos para adaptarse a un futuro incierto?
A medida que se continúan las evaluaciones de daño y se tramitan las indemnizaciones, la aguja en el reloj agrícola sigue su curso. La esperanza de una recuperación robusta siempre estará presente, pero para lograrlo, es fundamental seguir explorando y adaptándose a los retos que el clima y el entorno imponen a la agricultura.