Las innovaciones en el sector agroalimentario continúan su avance en aras de una producción más sostenible, eficiente y saludable. En este sentido, tres proyectos vienen a marcar tendencia en su propósito de resolver problemáticas claves de este sector.
El proyecto Low Sugger, impulsado por Vermuts Miró y financiado por el Perte Agroalimentario, con un aporte económico de 400.000 euros del Gobierno español, apunta a reinventar el vermú, una bebida popular. La iniciativa, que se lleva a cabo en colaboración con el Centro Tecnológico Eurecat, busca crear un vermú bajo en azúcares, reemplazando los mismos por componentes orgánicos mínimamente procesados. El objetivo es innovar en el sector y crear un producto más saludable.
Por otro lado, en el plano de la agricultura, el proyecto Sens-agro, presentado por el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica, tiene como finalidad el empleo de drones equipados con sensores para optimizar el uso del agua en las labores agrícolas. Este prototipo busca mejorar la eficiencia hídrica y adaptarse a los retos del cambio climático.
Finalmente, un tercer proyecto innovador, llevado a cabo por la Universidad Politécnica de Valencia y financiado por la Unión Europea, se enfoca en mejorar la gestión de los residuos ganaderos. El proyecto explora la viabilidad de los humedales artificiales, una tecnología de fácil operación y mantenimiento, destinada a gestionar los residuos de manera efectiva y de bajo consumo. El objetivo es convertir los residuos en sustratos activos que contribuyan a la eliminación de contaminantes presentes en los desechos ganaderos.
Estos tres proyectos representan pasos firmes hacia una producción agroalimentaria más sostenible y saludable, demostrando una vez más la importancia de la integración de la innovación en este sector. Indudablemente, queda marcar de cerca su evolución en los próximos años.