Este año, la campaña de la anchoa se inicia con un **7%** menos de capturas permitidas en el caladero del Cantábrico Noroeste, donde operan los barcos vascos. Esta disminución representa una reducción de aproximadamente **dos millones de kilos** en comparación con el año anterior, estableciendo un Total Admisible de Capturas (TAC) de **30.633 toneladas** para la flota española y francesa, con esta última quedándose con el **10%** del total.
Detalles de la campaña de anchoa
La campaña de la anchoa comenzará formalmente mañana lunes, bajo el sistema de cuotas actual que establece cupos de descarga por barco. La duración de esta campaña se extiende hasta noviembre, aunque el grueso de las capturas se realiza antes del verano. Para optimizar la pesca, la orden ministerial ha establecido que **el 85% de la cuota** se distribuya en el primer semestre, mientras que el **15% restante** estará destinado al segundo semestre.
Durante el primer semestre, se aplicará un tope máximo de capturas diarias de **10.000 kilogramos** por buque y día para embarcaciones de más de **120 GT** (toneladas brutas), así como para aquellas que cuenten con **12 o más tripulantes** inscritos en la Seguridad Social. Para el resto de las embarcaciones, este límite se fijará en **8.000 kilogramos**.
Cuotas y distribución a largo plazo
Para el segundo semestre, del **1 de julio al 30 de noviembre**, los límites establecidos serán de **5.000 kilogramos** para capturas y **4.000 kilogramos** para desembarques por embarcación y día, respetando también la talla mínima de **60 piezas de anchoa por kilogramo**, con una tolerancia de **10%**.
Además, las previsiones para **2025** son alentadoras, con la cuota total disponible para España ubicándose en **28.610,515 toneladas**. Esto demuestra una adaptación continua de las políticas hacia la sostenibilidad de la pesca en el Cantábrico, aunque sigue generando incertidumbres para los pescadores y las comunidades que dependen de este recurso.
El llamado de los pescadores del Cantábrico
Por otro lado, pescadores vascos y cántabros han expresado su deseo de implementar un nuevo sistema de gestión que permita redistribuir la cuota europea asignada a España. La propuesta incluye que sean las propias organizaciones pesqueras las que se encarguen de gestionar sus normas y políticas, facilitando así una mejor planificación de las temporadas de pesca.
Proponen que, de esta manera, se podrían organizar mejor los tiempos y volúmenes de pesca para **evitar momentos de saturación** que impactan negativamente en el mercado, provocando caídas en los precios. Sin embargo, para llevar a cabo este nuevo sistema es necesaria la incorporación de una nueva orden ministerial, un proceso que podría llevar hasta **dos meses**, lo que implica que el sistema actual permanecerá en vigor hasta mediados de mayo.
Un futuro incierto pero prometedor
La forma en que se gestione la pesca de la anchoa en el futuro no solo dependerá de las decisiones administrativas, sino también de la voluntad de los pescadores para adaptarse y encontrar acuerdos que beneficien a toda la comunidad pesquera. La actual reducción de cuotas es un tema que invita a la reflexión, sobre cómo equilibrar la sostenibilidad del recurso y la viabilidad económica para quienes viven de esta actividad.
Las próximas decisiones a tomar en este ámbito serán cruciales, ya que de ellas dependerá la salud del ecosistema marino, así como el sustento para miles de familias en la región. Mantener el equilibrio entre la captura y la regeneración de las poblaciones de anchoa será un reto constante que merece una atención continua y un compromiso colectivo.