Este lunes, durante un encuentro telemático, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, compartió la posición que España defenderá en torno a los debates sobre el futuro de la agricultura y la pesca en la Unión Europea. Así, se preparan para el consejo de ministros de Agricultura y Pesca de la UE, programado para el 24 de marzo. Este evento es crucial dado que abordará nuevos desafíos, entre los que se incluyen la situación geopolítica actual y el cambio climático, que es cada vez más relevante en el sector primario.
Visión del futuro agroalimentario de la UE
En este sentido, el ministro Planas ha subrayado que la visión de la Unión Europea para el sector agroalimentario en los próximos años es «adecuada para conseguir un sector moderno, competitivo y resiliente» que se adapte a un mundo «en constante evolución». Este enfoque estratégico es vital para enfrentar los retos emergentes que afectarían a la producción y la sostenibilidad.
Una de las claves que se planteó en la reunión fue la importancia de contar con una Política Agraria Común (PAC) «fuerte», que cuente con un presupuesto adecuado y recursos financieros suficientes para responder a las nuevas prioridades del sector. Para el ministro, esto es «imprescindible» en el contexto actual.
Impulso a la producción y sostenibilidad
Planas también ha remarcado que las futuras ayudas de la PAC se orientarán hacia aquellos agricultores que participen activamente en la producción de alimentos, priorizando a su vez la sostenibilidad económica de las explotaciones y la conservación del medio ambiente. Esto refleja un cambio significativo hacia un apoyo más enfocado y con objetivos bien definidos.
Por otro lado, el ministro ha mencionado que es esencial que esta financiación vaya acompañada de simplificación y estabilidad en las políticas, para evitar una carga administrativa que podría obstaculizar las actividades del sector. La idea es crear un marco que permita avanzar en la modernización contentando las exigencias del momento actual.
Desafíos en el sector pesquero
Además de la agricultura, la agenda del consejo incluirá el futuro apoyo de la UE al sector pesquero. España busca «impulsar la competitividad del sector pesquero», un objetivo que no solo se afianza en la mejora de la eficiencia económica, sino también en abordar los problemas de relevo generacional, la formación de profesionales, y las condiciones de habitabilidad y seguridad en los buques pesqueros.
En este contexto, el ministro ha manifestado que el actual Fondo Europeo Marítimo de Pesca y de Acuicultura (FEMPA) «no da respuesta» a ciertos desafíos críticos del sector debido a su «excesiva rigidez». Este detalle pone de manifiesto la necesidad de reevaluar las políticas actuales y buscar soluciones que permitan a España adaptarse y modernizar su flota.
Reformas necesarias en la política pesquera
Como parte de estas reformas, el ministro ha destacado la «necesidad de reformar el reglamento europeo de pesca en el Mediterráneo», así como el Plan plurianual para la pesca demersal en esta región. Estas propuestas no solo son relevantes por el impacto socioeconómico que tienen, sino también porque el sector ha hecho significativos esfuerzos por adaptarse a las presiones actuales.
No obstante, más allá de revisar en profundidad el reglamento en el marco de la Política Pesquera Común (PPC), se buscará una modificación puntual que otorgue a España un margen de flexibilidad en las negociaciones futuras. Esta flexibilidad podría ser clave para navegar desafíos específicos que enfrenta el sector pesquero en el Mediterráneo.
Reflexiones hacia un futuro sostenible
Con un enfoque más sólido y adaptado a la realidad actual, la agroindustria europea se enfrenta no solo a retos inmediatos, sino también a una transición hacia un modelo más sostenible y competitivo. La visión de la Unión Europea y las políticas que se implementen para fortalecer tanto la agricultura como la pesca serán fundamentales. A medida que estos sectores se adaptan a los cambios, es crucial seguir analizando cómo las decisiones que se tomen hoy afectarán el futuro de la alimentación y la sostenibilidad en Europa y más allá. Este es un momento decisivo que invita a todos a reflexionar sobre el rol que desempeñamos en la construcción de un sector agroalimentario más resiliente para las generaciones venideras.








