Galicia habla alto y claro. Las voces unidas de la Xunta y el sector agrario se alzan en un desafío al ministerio de Agricultura, encabezado por Luis Planas. La demanda es clara y precisa: una revisión urgente de las ayudas directas a raíz de la sequía. La actual configuración, argumentan, perjudica notablemente a los ganaderos de la verde región noroeste de España.
Una misiva redactada con la firma de personajes clave del sector agrario gallego, ha sido despachada en dirección a la capital española. Entre los firmantes destacan Unións Agrarias, la Asociación Agraria de Galicia, el Sindicato Labrego Galego, la Asociación Galega de Cooperativas y el Consello Regulador das IXP de Carne de Vacún de Galicia.
A través de este escrito, las partes expresan un profundo descontento por lo que describen como «discriminación territorial». La ley que rige la distribución de las ayudas directas, promulgada el 12 de mayo con el objetivo de enfrentar los retos planteados por la sequía y el conflicto bélico en Ucrania, parece olvidarse de Galicia. En este sentido, califican de «inadmisible» que los sectores cárnico y lácteo gallegos estén destinados a recibir tan solo el 25% de las ayudas asignadas a las zonas de alta afección.
Además, critican que las áreas de impacto estén delineadas por comunidades sin considerar los datos técnicos de precipitaciones. ¿Por qué, se preguntan, el cálculo de los apoyos no refleja que la sequía representa un 75% de las pérdidas ocasionadas en sus explotaciones?
Para enfrentar este desafío, el pasado lunes se acordó constituir un grupo de trabajo en Galicia. Este organismo se centrará en analizar los sectores más afectados por la sequía y cómo este fenómeno influye en el aumento de los costes de producción. No hay duda de que esta situación es un llamado a la acción y el sector agrario gallego está listo para plantar cara.
