El panorama para la industria de conservas de pescado en España se presenta complejo, marcado por las crecientes tensiones comerciales internacionales. En este contexto, Roberto Alonso, secretario general de Anfaco-Cytma, ha compartido sus preocupaciones y esperanzas en un reciente episodio del pódcast «Efeagro Punto de Encuentro», donde analiza los desafíos a los que se enfrenta el sector.
Desafíos de la industria conservadora
La industria conservera española, representada por Anfaco-Cytma, ha comenzado una nueva etapa con un cambio de denominación social. Esta organización engloba a 252 empresas que, juntas, facturan 14.300 millones de euros, lo que representa el 71% de la cifra de negocio del sector. Dentro de este ecosistema se encuentran tanto conserveras como empresas de ahumados y salazones, todos esenciales para la diversidad alimentaria del país.
Alonso, quien asumió el cargo en 2022, destacó que la industria se enfrenta a retos significativos, incluyendo la guerra comercial impulsada por Estados Unidos. La visión es clara: la industria necesita resiliencia y adaptación para preservar su competitividad en el mercado global.
Impacto de los aranceles de Estados Unidos
Uno de los puntos más críticos que abordó Alonso son los aranceles impuestos por Estados Unidos, que comenzaron con un 10% en abril y podrían aumentar hasta un 50%. En este escenario, la preocupación es palpable, ya que España exporta productos pesqueros a Estados Unidos por valor de 300 millones de euros, de los cuales 100 millones corresponden a transformados.
«El mercado estadounidense era un gran lugar para nuestros productos, un espacio en crecimiento que valoraba la riqueza de nuestras ofertas marítimas», subrayó. La pérdida de acceso a este mercado puede significar un retroceso considerable, ya que abrir nuevos mercados siempre resulta complicado. ¿Te has preguntado cuántas veces un productor tiene que adaptarse para cumplir con las normativas y los gustos del consumidor? Es un proceso largo y lleno de obstáculos.
La competencia desleal y su efecto en el mercado europeo
Alonso no solo se mostró preocupado por los aranceles, sino también por la competencia desleal que representan países como Tailandia e Indonesia. En sus palabras, la Unión Europea no debería utilizar la industria conservera como «moneda de cambio» en negociaciones comerciales, lo que podría abrir más puertas a productos que no cumplen con los estándares europeas.
«Las conservas comunitarias enfrentan exigencias normativas y laborales muy altas, algo que no ocurre con las industrias en Tailandia», advirtió Alonso. Esto crea una competencia desigual que podría perjudicar el crecimiento de la industria europea. La frase «es una pena abrir mercado» resuena fuertemente en su discurso; destaca la desafiante naturaleza de conquistar consumidores en un entorno donde las condiciones son desiguales.
Escuchar y aprender más sobre la industria
Si te interesa profundizar en estos asuntos, puedes escuchar el pódcast «Efeagro Punto de Encuentro» en diversas plataformas como Spreaker, Spotify, Ivoox y YouTube. A través de este espacio, expertos de la industria ofrecen análisis detallados que pueden enriquecer tu entendimiento sobre la situación actual del sector conservero.
Alonso, que además preside la interprofesional europea de las industrias del atún tropical, Eurothon, no solo revela las inquietudes de su sector, sino que invita a todos a reflexionar sobre la importancia de proteger los intereses de la industria local en un mundo donde las dinámicas comerciales están en constante cambio.
El futuro de la industria conservera en España dependerá de su capacidad para adaptarse y competir en un ámbito global, y es crucial que se tomen decisiones adecuadas en los niveles políticos y comerciales para garantizar su sostenibilidad y crecimiento. ¿Qué medidas consideras necesarias para fortalecer el sector ante estos retos? La conversación apenas comienza.








