El IX Congreso de Cooperativas Agro-alimentarias de España, celebrado en Palma, ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de adaptar la agricultura a los desafíos que plantea el cambio climático. Expertos y representantes del sector han debatido sobre la sostenibilidad y la importancia de las cooperativas en la generación de valor en el mercado de productos. En este contexto, el director gerente de Garlan, Andrés García, ha destacado la creciente demanda de productos sostenibles como una "oportunidad clara de generar valor y diferenciación".
Impacto del cambio climático en la producción agrícola
Durante su intervención, García expuso que un 22 % de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de los sistemas alimentarios. Además, dentro de la producción agrícola, entre el 50 % y el 60 % de estas emisiones se deben a la fertilización. "Actuar sobre la fertilización es actuar sobre las emisiones y la huella de carbono", subrayó. Es evidentemente necesario un cambio en la forma de producir, y para ello, abogó por la implementación de técnicas de agricultura regenerativa y el uso de fertilizantes de menor huella de carbono.
Entre las herramientas propuestas, García mencionó la importancia de incorporar tecnología 4.0 en la agricultura, como el uso de mapas de cultivo y rendimiento, sin olvidar la esencia de la agricultura 1.0, que es esencialmente la necesidad de producir alimentos.
La voz de las cooperativas: el caso de Covap
Por su parte, el presidente de Covap, Ricardo Delgado, hizo hincapié en el papel social de su cooperativa, que cuenta con 66 años de historia. Destacó que un tercio de sus granjas de leche implementan energía fotovoltaica, lo que refleja su compromiso con la sostenibilidad. "Cada vez nos van a comprar más por cómo lo hacemos", afirmó.
Covap ha logrado importantes reducciones en su consumo de recursos, como un 50% en los costos de termización de la leche y un 75% menos de plástico utilizado. Además, han logrado reciclar el 98% de las cajas de cartón. Desde 2020, las emisiones de vacuno de leche se han visto reducidas en un 14%, lo que subraya la efectividad de sus políticas en sostenibilidad.
Desafíos en el sector lácteo
La directora de Sostenibilidad de Central Lechera Asturiana, Estefanía Iglesias, ha expresado su preocupación por la banalización de los precios de los productos lácteos. Iglesias subrayó que es imperativo que el sector lácteo sea retribuido de manera justa. "Tenemos la necesidad imperativa de que se pague el producto lácteo en los lineales para defender la competitividad y retribuir al ganadero como se merece", enfatizó.
La cooperativa, que integra a miles de ganaderías pequeñas y medianas, recoge más de 850 millones de litros al año, abogando siempre por un "precio justo". Además, están implementando programas como el movimiento "Yo bebo leche" para contrarrestar la caída del consumo, que ha disminuido más de un 20% en la última década.
La importancia de la formación y el acompañamiento
García también hizo hincapié en la intercooperación y la formación como bases para avanzar hacia una agricultura más sostenible. La cooperativa Garlan, que integra a 850 explotaciones agrarias principalmente en Álava, considera que la clave para enfrentar estos desafíos es el apoyo mutuo entre cooperativas y su compromiso con la educación de sus miembros.
Entre las acciones concretas para mejorar la sostenibilidad, se encuentran programas que faciliten el trabajo administrativo a los ganaderos, asesoramiento para la calidad de la leche y la salud animal, y asistencia en la gestión de las explotaciones. Esto es crucial en un momento donde el sector está enfrentando una necesidad crítica de rentabilidad.
Reflexiones sobre el futuro de la agricultura
Ante un panorama donde un 88% de los productores ya perciben los efectos del cambio climático, es fundamental que el sector agrícola se adapte de manera proactiva. Diego Intrigliolo, director del Centro de Investigaciones sobre Desertificación, reiteró la necesidad de reevaluar las prácticas agrícolas y adoptar soluciones sostenibles, como el manejo efectivo del suelo y el uso de variedades mejoradas.
Sin duda, el camino hacia una agricultura más sostenible está lleno de retos, pero también de oportunidades. Ahora más que nunca, resulta esencial explorar nuevas técnicas y colaborar entre diferentes actores del sector para garantizar un futuro viable y responsable. ¿Están preparadas nuestras cooperativas para asumir este reto?








