La leche semidesnatada continúa su reinado en el paladar de los españoles. Con un consumo per cápita de 2,56 litros en el último año móvil (hasta marzo de 2025), ha demostrado ser la opción preferida, aunque su ingesta ha descendido un 0,2 % en comparación con el período anterior. En el mismo análisis, la leche de cabra resalta con un notable aumento del 28,3 %, aunque su consumo total sigue siendo minoritario con solo 0,01 litros por persona.
El panorama del consumo lácteo en España
Según los datos recabados en el reporte La leche mes a mes, elaborado por el Ministerio de Agricultura, es importante observar que en total, los españoles han consumido 8,41 kilos/litros de leche y productos lácteos por persona. Dentro de esta cifra, la leche líquida es la que más espacio ocupa en la dieta, representando 5,45 litros por persona, también un 0,2 % menos que el año anterior. La variedad más consumida entre las leches líquidas es la leche envasada, seguida de la leche esterilizada, la leche en cartón y, por último, la de botella de plástico.
En el ámbito de las diferentes categorías de leche, la semidesnatada se impone con un costo medio de 0,94 euros por litro. Paradójicamente, la leche entera, que alcanzó un consumo de 1,66 litros, tiene un precio ligeramente superior de 1,01 euros. Por su parte, la leche desnatada presenta un menor interés, con un consumo de 1,22 litros por persona y un caída del 3,3 % respecto al año previo, actualmente a 0,92 euros/litro.
Crecimiento del consumo de queso
Acompañando a las tendencias en la leche, el consumo de queso ha experimentado un crecimiento significativo del 5,2 % en el último año. Este aumento refleja un interés renovado de los españoles por esta categoría de productos lácteos. Entre las variedades más apreciadas, el queso semicurado sigue siendo el favorito, aunque ha registrado una ligera disminución del 0,1 % en su ingesta, con un costo que se mantiene en 11,88 euros/kilo.
Las preferencias de los postres lácteos
El gusto de los españoles también se extiende a los postres. En el último año, se ha visto un incremento del 14,6 % en el consumo de tartas, mientras que los helados han sufrido una caída del 8,4 %. En cuanto al yogur, su consumo alcanzó 0,82 kilos por persona, lo que representa un aumento del 5,3 % respecto al año anterior, y su precio promedio se sitúa en 2,21 euros/kilo.
Asimismo, han crecido las preferencias por las natillas y la crema catalana, con incrementos del 0,7 % y del 34,5 %, respectivamente, aunque este último sigue siendo un producto de consumo relativamente limitado.
Un vistazo al futuro del consumo lácteo
Estos datos no solo reflejan una tendencia en el consumo de lácteos, sino que también indican una evolución en los hábitos alimenticios de la población. La preferencia por la leche semidesnatada sugiere una inclinación hacia opciones más saludables, mientras que el aumento en el consumo de productos alternativos como la leche de cabra podría indicar un interés por diversificar la alimentación.
Cómo se desarrollen estas tendencias en el futuro, dependerá de diversos factores, incluyendo la percepción de calidad, las campañas de concienciación sobre la alimentación saludable y las fluctuaciones del mercado. Así, se abre un espacio para que los productores y comercializadores adapten su oferta a las necesidades y preferencias del consumidor actual.
La industria láctea estará atenta a estos cambios, buscando oportunidades para innovar y responder a las demandas de un público en constante evolución. La pregunta que queda en el aire es: ¿cómo se adaptarán las estrategias de marketing y producción para satisfacer estas nuevas expectativas alimenticias de los españoles?