Los pescadores del litoral mediterráneo, que suman aproximadamente 2.000 manifestantes, se han concentrado frente a la sede de la Comisión Europea en España para alzar su voz contra una controvertida propuesta que busca recortar los días de pesca para los arrastreros en un asombroso 79%, limitándolos a solo 27 días al año. Este recorte se discute en Bruselas en una reunión crucial que ha encendido las alarmas entre los profesionales del sector pesquero.
Protestas contundentes de los pescadores
Los manifestantes, que han llegado a Madrid desde diversos puertos del Mediterráneo, incluyendo Andalucía, Murcia, Baleares, Comunidad Valenciana y Cataluña, han declarado un paro en sus actividades pesqueras durante este lunes y martes. A través de consignas como "Queremos pescar" o "¿Te imaginas mantener a tu familia si trabajas 27 días?", los marineros han expresado su angustia ante la grave amenaza que representa esta recesión en sus días de trabajo.
Además de la concentración en Madrid, el rechazo a la propuesta ha sido apoyado por el Consejo de Pesca de la Unión Europea. Los pescadores han solicitado a este organismo que detenga la aplicación de la reducción de días en alta mar, medida que podría poner en peligro la supervivencia de 556 barcos arrastreros que operan esta zona, generando también un impacto severo en 3.000 empleos directos y otros 17.000 indirectos.
Un sector en peligro
Los pescadores argumentan que la Comisión Europea se basa en datos obsoletos, utilizando informes de 2022 que no reflejan la realidad actual de la captura y recuperación de las poblaciones pesqueras. Esto ha llevado a un rechazo generalizado dentro del sector, que considera que la propuesta es una "amenaza de muerte" para su actividad.
La presidenta de la Asociación de Empresarios de la Pesca de Almería, María Ángeles Cayuela, ha subrayado que el arrastre representa "el pulmón económico" de los puertos mediterráneos, destacando su importancia no solo en la generación de empleos, sino también en la preservación de las tradiciones pesqueras de la región.
Firmes acciones de protesta
Frente a la sede de la Comisión Europea, los pescadores han preparado un manifiesto que será leído durante la concentración, donde pretenden acampar la noche anterior a la reunión en Bruselas. Este acto simbólico busca llamar la atención sobre la situación crítica que enfrenta el sector y la necesidad de cambios significativos en la política pesquera.
La manifestación cuenta con el respaldo de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores y de Cepesca, la patronal de armadores, quienes han enfatizado la urgencia de frenar estos recortes. La situación se vuelve más tensa a medida que se aproxima la negociación sobre las posibilidades pesqueras para 2025, donde el futuro del arrastre en el Mediterráneo es el punto más conflictivo.
Un futuro incierto para la pesca en el Mediterráneo
El posible recorte de días para la actividad de los arrastreros plantea un escenario inquietante para las familias que dependen de este negocio. Más allá de la reducción directa de las jornadas de trabajo, se gestan temores sobre el impacto a largo plazo en la actividad pesquera y la posible desaparición de un sector que ha sido fundamental para la economía local.
La comunidad pesquera del Mediterráneo está en un momento crítico; la evolución de la situación en Bruselas determinará el futuro de miles de empleos y la sostenibilidad de una tradición que se ha transmitido de generación en generación. Sería prudente seguir de cerca estas discusiones, ya que las decisiones que se tomen no solo afectarán a los pescadores, sino a toda una cultura y forma de vida en la región. Este conflicto no es solo cuestión de empleo, sino también de identidad y tradición en una zona donde el mar es parte integral de la vida cotidiana.








