La reducción de la reserva hídrica en España: una consecuencia del calor y el consumo veraniegos
El verano en España y su acompañante inevitable, el calor, influyen en numerosas esferas de la vida cotidiana, y las reservas hídricas no constituyen una excepcion. La combinación de altas temperaturas y el incremento del consumo de agua durante la temporada estival han dado como resultado una disminución en el volumen total de la reserva hídrica del país, que actualmente se sitúa en un 58.8 % de su capacidad.
Según datos proporcionados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en concreto, el volumen total de agua acumulada ha bajado respecto a la semana anterior en 892 hm^3, quedando en un total de 32.960 hm^3. Esto ha provocado una caída en la reserva hídrica de 1.6 puntos porcentuales.
Además, las recientes precipitaciones no han permitido que los niveles de las reservas vuelvan a los ideales. Sin embargo, existe una excepción en la subida de volumen embalsado en el cauce Miño-Sil, que subió levemente en una décima representando así el 83 % de su capacidad máxima. El volumen de las cuencas internas del País Vasco, está estancado en un 90,5 % de su capacidad. En contraposición, el resto de las cuencas sufrió una disminución notoria durante la última semana.
Los niveles más bajos de agua embalsada siguen encontrándose en las cuencas internas de Cataluña, que únicamente alberga el 35,9 % de su capacidad plena. Le siguen las cuencas de Guadalete-Barbate, con un 25,4 %, Guadalquivir, con un 39,1 %, la Cuenca Mediterránea Andaluza, con el 28,5 % y, finalmente, la cuenca de Segura, con el 21 %.
Este escenario, lejos de ser optimista, plantea retos importantes de gestión y consumo responsable de agua tanto a nivel gubernamental como individual durante el verano. Cada gota cuenta en este contexto de disminución de nuestras reservas hídricas y pone de manifiesto la necesidad de medidas de ahorro y de gestión eficiente del agua.