La 97 edición de los Óscar se llevará a cabo este próximo domingo en el Teatro Dolby de Los Ángeles. Entre las películas destacadas, ‘Emilia Pérez’, de Jacques Audiard, junto a Karla Sofía Gascón, Selena Gomez y Zoe Saldaña, se posiciona como la más nominada de la noche. Esta prestigiosa gala no solo será un desfile de talento cinematográfico, sino que también brillará por su exquisita oferta gastronómica, representando diversas culturas y sabores.
Los sabores de la gastronomía española
Uno de los puntos destacados de la velada será el **jamón ibérico de bellota**. Este exquisito manjar será servido en la Governors Ball, la fiesta posterior a la entrega de los galardones, donde se espera que aproximadamente 1,500 invitados disfruten de esta delicatessen. «Nosotros queremos tener comida de todo el mundo, y el jamón ibérico es el mejor del mundo y lo más representativo de España», afirmó Byron Puck, director de gastronomía del grupo de restaurantes de lujo dirigido por su padre, el famoso chef Wolfgang Puck.
Este año, se contará con un total de **12 jamones de bellota de la reconocida marca Cinco Jotas**, dos más que en la edición anterior. Además, tres maestros cortadores se encargarán del arte de servirlo con cuidado y cariño, como lo destaca Raúl Garrido, uno de los cortadores oficiales. La esencia de este plato radica no solo en su calidad, sino en la técnica utilizada para cortarlo, que asegura resaltar su sabor único.
Complementando al jamón se ofrecerá una deliciosa **paella de mariscos**, que seguramente deleitará a los asistentes, sumando un toque característico de la cocina española.
El arte del tequila y los cocteles especiales
La gastronomía mexicana también tendrá su representación con el **tequila reposado y blanco de Don Julio**, que estará presente a través de una oferta exclusiva de cocteles. Charles Joly, un destacado mixólogo, anunció que este año se han creado cocteles que no solo celebran la noche, sino que también llevan en su esencia los sabores únicos de México. «Son cocteles de celebración, y queríamos hacer algo que estuviera a la altura de esta grandiosa noche», explicó.
Los cocteles, que tienen nombres como **»Ovación de pie»** y **»El claro ganador»**, están diseñados para complementar la temática visual de la gala. Con adornos dorados y hielos que evocan la estatuilla dorada, estos tragos incorporan ingredientes como flor de Jamaica y chile ancho, haciendo hincapié en la riqueza del paladar mexicano.
Innovaciones en el menú de Wolfgang Puck
Wolfgang Puck, quien cumple **31 años como chef oficial de la fiesta**, confiesa que la planificación del menú es siempre un proceso creativo año tras año. «No planeo conceptualmente el menú, simplemente me dejo llevar por la inspiración», mencionó Puck. Este año, se introducirá una variedad de platillos innovadores, como **fideos pad thai picantes** y **beef wellington**, al mismo tiempo que se mantienen algunos clásicos como el pastel de pollo, que es un favorito de Barbra Streisand.
Además de las opciones mencionadas, los asistentes podrán disfrutar de creaciones sofisticadas como **figuras de chocolate bañadas en oro comestible** y **carne wagyu miyazaki** premium. Esta mezcla de sabores y presentaciones busca ofrecer una experiencia culinaria excepcional, destacando la versatilidad y la creatividad en la alta cocina.
Un evento que une culturas
La convergencia de estas tradiciones culinarias en una sola noche resalta la importancia de la gastronomía como un puente entre culturas. Cada plato y coctel tiene un significado más profundo, no solo como un placer para el paladar, sino como un homenaje a las raíces culturales de los ingredientes y técnicas culinarias. En este sentido, la Governors Ball se convierte no solo en una celebración del cine, sino también en un festival de sabores internacionales que invita a los asistentes a explorar y valorar la diversidad gastronómica.
Al final, esta fusión de la alta cocina y el cine nos recuerda que, a través de los sabores, podemos compartir y celebrar diferentes herencias culturales, una experiencia que siempre deja un impacto duradero. La gala de los Óscar es un momento único donde la cinematografía y la gastronomía se encuentran, creando un legado que perdurará más allá de una sola noche.








